Sergi se afea

Sergi Barjuan firmó un contrato por tres temporadas como técnico del Recreativo de Huelva, algo que la mayoría de la afición albiazul consideró plausible en su día. Primero, por el buen cartel como jugador (que no por su nula experiencia como técnico) del catalán; segundo, porque promulgaba un fútbol vistoso, ofensivo y de toque que nada tenía que ver con lo que se había visto sobre el césped del Nuevo Colombino en las anteriores campañas; y tercero, y no menos importante, porque se le pretendía dotar de estabilidad y futuro a un puesto de alta tensión, y es que los últimos entrenadores del Decano nunca habían permanecido más de un año en el cargo. Pero ya huelva24.com avanzó la pasada Navidad que el catalán no iba a cumplir su tercera campaña en el club onubense, y es que su distanciamiento con la afición y los medios de comunicación, al margen de la crisis de resultados de su equipo, provocarían que su tercer proyecto en Huelva empezara a escribirse desde el inicio con los renglones torcidos de seguir Sergi en el banquillo.

El consejo de administración albiazul, que ya también ha tenido más de un enfrentamiento con Sergi en los últimos meses, tanto por cuestiones económicas como deportivas, necesita buscar un revulsivo que vuelva a enganchar este verano a una afición cada vez más desanimada e indignada con el hundimiento del Recreativo, que es el peor equipo de los 22 que militan en la Segunda División en las 27 últimas jornadas. La campaña de socios se vería sensiblemente afectada si Sergi continuara en el banquillo. El Decano ya marcha décimo en la tabla y, aunque sólo tiene a un punto de distancia los puestos de 'play-off' de ascenso a falta de cuatro jornadas para el telón liguero, la sensación general es la de que es imposible que los vaya a disputar y que el colchón de los primeros partidos del campeonato al menos han hecho posible que el Recre no vaya a pasar apuros para lograr la permanencia. Las lesiones de hombres claves y los errores en defensa y ataque han lastrado al conjunto albiazul, como también los cambios de estilo y en las alineaciones de Sergi. El catalán comenzó con ambición en ataque, reculó con un trivotazo defensivo y últimamente ya está totalmente desquiciado y hundido y no sabe qué hacer con su equipo, que básicamente no juega a nada. Los jugadores están hechos un flan y no le marcan un gol ni al arco iris.

Aún sin dar argumentos convincentes para justificar la caída del equipo albiazul y las últimas derrotas, al menos el técnico albiazul ya no tiene la prepotencia de antaño a la hora de contestar a las preguntas de los informadores. Ahora está más autocrítico, sincero y educado, lo cual lógicamente no le va a librar de marcharse este verano por la puerta de atrás del Decano. Eso sí, sorprende, y muchísimo, el gran cartel, el excelente cartel que tiene Sergi Barjuan fuera de Huelva cuando su único mérito es el de haber dejado al Recre en la mitad de la tabla en estas dos temporadas. Lo del juego bonito heredado de La Masía ha sido una milonga y algo que posiblemente no se podía realizar con las mimbres que tenía en su plantilla. Pero fuera de Huelva se ve que no han visto muchos partidos del conjunto onubense, y eso que buena parte de ellos han sido televisados, ya que la gente sigue pensando que el Recre practica un fútbol ofensivo, equilibrado y de alta escuela. Hasta hace muy poco Sergi estaba en las quinielas de muchos banquillos de la Primera y Segunda División. Pero el hecho de haber ganado sólo uno de los 11 últimos partidos de Liga y de que su conjunto únicamente haya marcado dos goles en los ocho últimos está afeando no sólo el tramo final de la temporada del Decano a nivel colectivo, sino también el futuro individual de Sergi, que de no mejorar la clasificación albiazul en los cuatro encuentros que restan verá como se le cierran también bastantes puertas para el futuro.