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El Recre atraviesa su momento más crítico al cumplirse tres años de su compra por Gildoy España

Este sábado se cumplen tres años del día en el que Huelva Deporte le dio oficialidad a la venta del 75% del accionariado del Recreativo a la empresa privada Gildoy España S.L., que comandada por Víctor Hugo Mesa y Pablo Comas por ahora está suspendiendo en su gestión del club. Acumula demasiados sinsabores en el apartado deportivo y en el económico que incluso hacen peligrar la supervivencia del equipo de fútbol más antiguo del país.

El Recre atraviesa su momento más crítico al cumplirse tres años de su compra por Gildoy España

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En el horizonte del Recreativo de Huelva se dibujan demasiadas curvas y nubarrones. En lo deportivo el equipo albiazul roza la zona de descenso a Segunda B; en lo social cada vez acude menos gente al Nuevo Colombino y hay muy poca comunión con los rectores del club; y en lo institucional y económico las deudas están asfixiando al Decano, que ha visto como le han suspendido los derechos federativos y que sigue sin llegar a un acuerdo con Hacienda para que le levanten el embargo y pueda tener algo de viabilidad.

Y todo ello cuando se cumplen justo tres años de la compra del 75% del accionariado del Recreativo por parte de la empresa Gildoy España Sociedad Limitada. El Decano entró en concurso de acreedores a finales de 2010 y un año más tarde, concretamente el día 28 de noviembre de 2011, Manuel Remesal, el presidente de la empresa municipal Huelva Deporte, propietaria del 98% del accionariado del club onubense, anunció que salía a subasta pública la venta del 75% de los títulos del Recreativo, con un precio mínimo de salida de 3,19 millones de euros.

Se buscaba que la entidad albiazul tuviera viabilidad económica, con la intención de ir reduciendo su cada vez mayor deuda económica, y también un proyecto deportivo serio con el que se lograra retornar a la Primera División. El Decano pasaría, después de 12 años, de nuevo a manos privadas tras haber gozado de una titularidad municipal, un caso prácticamente inaudito en el fútbol español. La Junta de Accionistas de Huelva Deporte y la Mesa de Contratación del Ayuntamiento de la capital, con la presencia de todos los partidos políticos, sacaron el pliego de condiciones de la venta de ese 75% del club y el día 3 de enero del año 2012 el Consistorio hizo oficial que Gildoy España S.L. se hacía cargo de ese accionariado, explicando además que fue la única empresa que optó a comprar el 75% del Recreativo. Eso sí, por motivos burocráticos y de agenda hasta el 26 de enero no se firmó la escritura pública de compra-venta, fijada en 3,2 millones de euros.

El 27 de julio de 2011 Gildoy España S.L. aparecía en el registro mercantil con el nombre de Gestión Empresarial Sitramas S.L y tenía como objeto social “la adquisición, tenencia, disfrute, administración y enajenación de valores mobiliarios y de cualquier tipo de títulos y activos financieros, pudiendo, en general, realizar toda clase de actividades“. Sin embargo, el 12 de diciembre de dicho año aparecía reflejado en el registro mercantil que la empresa cambiaba de denominación a Gildoy España S.L. Además, trasladó su sede a Huelva y cesó en sus funciones el administrador que tenía hasta entonces, Enrique Montero Gómez, nombrando entonces como administrador único de la empresa a Pablo Comas. Se constituyó con el capital mínimo que exige la ley, 3.000 euros, con un objeto social dividido en dos puntos: la adquisición y tenencia de paquetes de acciones o la totalidad de las mismas del Real Club Recreativo de Huelva Sociedad Anónima Deportiva y la intermediación y representación de deportistas profesionales y de deportistas en periodo de formación, además de la representación y asesoramiento en materia deportiva.

El hombre fuerte del club onubense pasó a ser el uruguayo Víctor Hugo Mesa, que era el gerente del Wanderers de Montevideo de su país y que un par de años después se vinculó también, a nivel de negocios, con el Pescara italiano. La compra no tuvo demasiada historia, y es que pudo alejar a los diversos interesados en adquirir el 75% del accionariado del Recreativo el hecho de que Pablo Comas (que fue proclamado presidente el 15 de febrero, sustituyendo a Susana Duque), ya llevaba trabajando como consejero del Decano, propuesto por la propia Huelva Deporte, desde octubre de 2011, es decir, poco antes de que la entidad albiazul saliera a la venta. Y además, Víctor Hugo Mesa ya le había adelantado también al Ayuntamiento onubense el millón de euros que el club había necesitado en el verano de 2011 para acometer una ampliación de capital urgente que permitiera la viabilidad del Recreativo.

El Ayuntamiento de Huelva se reservaba durante los cuatro primeros años un derecho de veto para evitar que los nuevos dueños del club quisieran llevar a cabo cualquier tipo de movimiento especulativo que pudiese afectar a la continuidad del Decano. Cuando Gildoy España S.L. llegó al Recreativo la deuda del club era de alrededor de 23 millones de euros y en la actualidad es de 13,5, pero esa gran reducción se debió a la quita de los administradores tras la entrada del Recreativo en la Ley Concursal.

En su aterrizaje en el club, Pablo Comas dijo que el proyecto era “posible” y que podría “salir adelante con la gorra”. Nada más lejos de la realidad. Por ejemplo, en la última Junta General de Accionistas, celebrada el pasado día 16 de diciembre, la entidad albiazul comunicó que había cerrado el ejercicio 2013/14 con un déficit de 3,7 millones de euros. Además, el club tiene suspendidos sus derechos federativos, por lo que de aquí a que finalice esta temporada no podrá fichar a ningún jugador ni tampoco realizar traspasos. Ello se debe a que no ha podido acometer la deuda de un millón de euros que tenía con sus futbolistas, que denunciaron a principios de diciembre ante la Asociación de Futbolistas Profesionales los impagos de la pasada temporada y de la presente.

Y mientras tanto, y aunque el presidente del Decano, Pablo Comas, y el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, se habían mostrado muy esperanzados de llegar a un acuerdo con Hacienda antes del día 31 de diciembre, el caso es que todo sigue igual que en los últimos meses. Así, la Agencia Tributaria continúa teniéndole embargadas, desde febrero, las cuentas al Recreativo. No hay acuerdo para aplazar el pago de la deuda con Hacienda y fraccionarla en varios plazos, y aunque se produjera sólo serviría para paliar durante unos días la gravísima situación actual del club, pero no para arreglar la crisis futura que se le avecina al Decano, ya que tendría que cumplir una gran cantidad de compromisos económicos para los que no tiene recursos. Por lo pronto, debería acometer una ampliación de capital en marzo o abril de entre tres y cuatro millones de euros. Víctor Hugo Mesa ya ha dicho que no está por la labor, y en el ambiente está la sensación de que sería una misión casi imposible, ya que hace un año no pudieron cubrirse nada más que 500.000 euros de la ampliación de capital de 1,5 que tenía previsto que se realizara.

Dentro de los puntos básicos del informe de gestión que presentó Gildoy España S.L. en enero del año 2012, sólo se han cumplido algunos. Por ejemplo, siguen las discrepancias entre la empresa y el Ayuntamiento sobre los terrenos del Tiro Pichón. Gildoy señala que el Consistorio se había comprometido a cederle parte de la titularidad de dichos terrenos para construir ahí la futura Ciudad Deportiva del Decano, pero el Ayuntamiento insiste en que no tiene una obligatoriedad para hacer eso. Gildoy también quería que hubiese un cambio en el contrato del alquiler del estadio Nuevo Colombino.

Gildoy quería lograr el ascenso a Primera División en tres años, por lo que es un objetivo prácticamente ya también descartado, así como no se cumplió el de tener un mínimo de diez mil abonados cada temporada en la categoría de plata. El fuerte carácter del máximo mandatario le ha llevado a pasar del amor al odio con trabajadores, entrenadores y futbolistas, caso por ejemplo de Íñigo Moreno, los hermanos Morón, Susana Duque, Antonio Bernal, Sergi Barjuán, Antonio Segovia, Julio Peguero, Álvaro Cervera, José Luis Oltra, Jesús Rubio, Bonaque, Álvaro González… Por no hablar de la gran cantidad de noticias en las que ha incurrido en contradicciones a lo largo de estos tres años. La colaboración con el resto de deportes de la ciudad es poco menos que simbólica y ya incluso se ha creado una asociación de aficionados y socios del Recreativo, con el nombre de Trust, para intentar realizar aportaciones económicas con las que el club, que acaba de cumplir 125 años, pueda sustentarse en un futuro tremendamente incierto. Los impagos con futbolistas y técnicos del primer equipo y la cantera y con los trabajadores administrativos siguen agigantándose. Es el pésimo balance de los tres años de gestión de Gildoy, cuyo final está más cerca que lejos. El Ayuntamiento ya busca otro comprador, pero de momento nadie aparece.

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