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Antonio Segovia: 'El Recre es una empresa que mete a sus conocidos'
19.35 h. 'Entre que no cobraba y la poquísima valoración profesional que tenían de mí, lo estaba pasando muy mal. Estos tres años que he pasado con esta gente no se los deseo ni a mi peor enemigo“, señala el que fuera coordinador del fútbol base del Decano, que fue despedido hace unas semanas. Y dispara a José Luis Peña: 'Tiene un cargo con muchísima responsabilidad y repercusión y yo creo que todavía no se ha dado cuenta de eso“.

Antonio Segovia mira ahora obligado y desde fuera la actualidad del Recreativo de Huelva y la cantera. El que fuera coordinador del fútbol base albiazul, logrando con su buen hacer los mayores logros que se recuerdan en cuanto a las categorías inferiores del Decano, fue uno de los damnificados de la ‘caza de brujas’ que tuvo lugar hace poco en las oficinas del club y que terminó con varios despidos, entre ellos algunos de empleados que llevaban desempeñando su labor profesional en el Decano mucho tiempo.
Así, Segovia dio su valoración de su situación personal en una amplia e interesante entrevista en la emisora local huelvafm cuyas declaraciones reproduce el portal albiazules.es. “Llegué al Recreativo sobre el 2006 y he estado nueve años y medio en el club. Bueno, quisiera matizar, en Huelva llevo nueve años y medio, y en el Recreativo he estado seis años y medio. Y en Gildoy he estado tres. Es lo que llevo pensando hace tiempo. Nuestro Recreativo, el de toda la vida, el que me llamó y con tanta ilusión me vine desde Nerva, renunciando a un trabajo fijo que tenía en el Ayuntamiento, he estado seis años y medio aproximadamente. Y en Gildoy he estado tres años, con tres despidos“, explicó.
Del primer despido, que ya ocurrió siendo coordinador de la cantera, recordó que “me lo notificaron Fernando Iturbe e Iñigo Moreno. No me preguntéis que me argumentan, ya que mejor me lo voy a callar. No me dieron ninguna razón y la verdad es que la sensación que me dio es que estaba ahí puestos, y no sabían ni que decirme. La verdad es que fue patético y aquel día no lo quiero ni recordar. Creo que me llegaba en un momento bueno, ya que yo ya intuía el devenir de todo esto, de este caos. Creo que era el mejor momento para salir y el peor para entrar. Tampoco fue una desilusión tan grande, ya que tengo claro que a mí no me echó el Recreativo sino unos señores, que han adquirido un paquete importante de acciones. Una empresa en definitiva y evidentemente esa empresa mete a sus conocidos, y entiendo que los demás tendríamos que salir. Igual que salió en su día Julio Peguero, igual que salió el de mantenimiento o igual que salí yo. Y por esas personas entraron amigos de esos empresarios“.
Antonio Segovia también recordó que “cuando entré en el club, a los seis meses se inauguró la Ciudad Deportiva. Para mí fue de lo más importante que ha tenido el club en los últimos años Yo siempre he dicho en todas las tertulias que he ido que siempre iba haber un antes y un después de la Ciudad Deportiva. Porque evidentemente el trabajo no es el mismo, la calidad con la que se trabaja no es la misma, pero por desgracia eso solo duró seis años y medio. Para mí ahora se sigue trabajando, pero estamos en manos de los entrenadores y hay algunos que trabajan mejor o peor, pero no hay un seguimiento en el que se diga si está haciéndolo bien o está haciéndolo mal. Estamos en manos de los entrenadores para todo y la cosa no está resultando satisfactoriamente“.
De su etapa en el club, a nivel de canteranos comentó que “cuando llegué había una buena camada de futbolistas. Cuando yo llego aún se entrenaba en el Psiquiátrico, unos seis meses, hasta que se inauguró la Ciudad Deportiva, gracias a Dios. Y recuerdo que estando ya en el club, el primero que debutó con el primer equipo fue Pablo Oliveira, que lo llevó Marcelino a la Coruña junto con Fernando Vaz. Pero Fernando no tuvo la suerte de salir, pero Pablo Oliveira ya debutó en la Coruña y que ganamos 2-5 por cierto. Para mí fue una satisfacción, el hecho ya no solo de estar ahí, sino que en el primer año ya debute un chaval en el primer equipo la verdad es que muy bueno. Y a partir de ahí, son innumerable la cantidad de chicos que han debutado con el primer equipo y que por desgracia ya no están aquí“.
En cuanto a su trato con los entrenadores del primer equipo indicó que “desde que entró Gildoy no he tenido relación con ninguno, salvo con Oltra. Tuve la suerte, ya que para mí no fue ningún marrón, que como me tenían arrinconado pues dijeron ‘a este mismo metemos de segundo’ de Juan Palma. Al cual se lo agradezco, aunque vivimos un calvario el año pasado, pero se aprende mucho y más en esta situación. Y Oltra estuvo siempre en el día a día con nosotros. Y además muy bien. Y antes de que llegara Gildoy, en mi primera etapa, tuve una magnífica relación con todos, aunque es evidente que con Manolo Zambrano tuve más relación, porque hicimos un equipo para subir a Tercera División, con esa obligación que nos mandaban desde el Consejo y tuvimos la fortuna de que se consiguió. Y además esto le sirvió para entrenar al primer equipo. Qué duda cabe que tuve una relación directa“.
No dudó reconocer que ha visto en el club a gente ‘arrastrarse’ para aliarse con el poder o llevarse bien con los que mandan. “Los he visto y de hecho ha habido veces que he tenido que bajar a desayunar para no seguir viéndolos. No sé si pensarán lo mismo de mí, pero que no lo hagan nunca por represalia de lo que estoy diciendo. Si lo piensan de verdad que lo digan, pero yo no me he rebajado nunca ante nadie“, comentó.
De su último despido, quiso matizar que “de los seis, yo era el primero que sabía que iba a salir. De hecho hablé con Pablo Comas y me atreví entre comillas, ya que nunca había hablado con él, de decirle que mi situación de mi casa, con mi mujer embarazada, yo no podía estar cinco meses sin cobrar. Yo quería salir, ya que por lo menos en el paro se cobraba religiosamente y aunque es duro lo que digo, así fue. Y me dijo que si, que lo iban a tener en consideración. La verdad es que entre que no cobraba y la poquísima valoración profesional que tenían de mí, pues lo estaba pasando muy mal. Estos tres años que he pasado con esta gente no se los deseo ni a mi peor enemigo“.
Suceso de mal trago con Pablo Comas
No dudó en denunciar un suceso que tuvo con Pablo Comas de protagonista. Así, Segovia relató que “en su día me sentó muy mal una cosa que me dijo. En las veces que luego hablé con él por los despidos fue correcto, pero en esta ocasión que digo, la verdad es que si no llega a ser el presidente del Recre no sé qué habría hecho. Precisamente cuando peor lo estaba pasando en mi vida, que era cuando falleció mi cuñado con 41 años y tres meses después mi padre, estaba conmigo Juanma un día en las oficinas y subió él. Estábamos hablando Juanma y yo de un familiar, de un pariente que había fallecido también en un accidente de moto aquí, un chaval. No sé si era hermano de una novia que tenía Juanma y subió Pablo, nos vio y dijo en el plan de cómo él habla: ‘Joder, con este no hables (por mi), que este es un gafe’. Eso, al mes y medio de que te falte tu padre y tu cuñado, lo que me entró en el estómago, eso no se me olvidará en mi vida“.
Por último habló de José Luis Peña y su labor, comentando que “desde mi opinión hay cosas muy mejorables en la cantera. Igual que cuando estaba yo, pero yo pienso que hay cosas que yo cambiaría, muchas cosas. Es un puesto con mucha repercusión y del que se necesita ver muchos partidos. Y hoy por hoy no se están viendo los partidos que se tienen que ver. Además, de lo que más lástima me da es que vayamos a jugar a Rota en pantalones vaqueros, el filial por ejemplo el año pasado. He vivido momentos muy tristes el año pasado. Un día fuimos a Cádiz a jugar y estábamos desayunando, pagado por nosotros y los jugadores, y llegó allí el San Roque de Lepe, todos uniformados, lo normal y anteriormente se hacía en el club. Y el propio Juan Palma vino a decirme que desayunáramos rápido y que nos fuéramos, que le estaba dando hasta vergüenza. Es una de las cosas que más pena me da, ya que al año de yo empezar en el club existía la obligación de que cuando los equipos comenzaran a entrenar estuvieran todos uniformados. Y para mí era un desasosiego. Yo los meses de julio y agosto no cogía ningún día de vacaciones, ya que quería tener a todo el mundo vestido. Y de hecho los teníamos porque la ropa estaba aquí a principios de julio. Toda y yo he ido a Valverde, ya que era la que nos proporcionaba la ropa, a por cajas de ropa para que si había un equipo que comenzara en fin de semana, la tuviera. Eso hoy en día no ocurre. Luego está la Ciudad Deportiva, que ha pasado de estar rebosante, con muchísima ilusión y muy verde, y ahora mismo hay una dejadez absoluta, y no por los operarios. Los campos de césped artificial, eso es... Por lo menos que estén allí para tratar de solucionar el problema, que tampoco lo hay. El cargo de responsable de la cantera es un cargo con muchísima responsabilidad y repercusión, y yo creo que todavía no se ha dado cuenta de esto“.