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El runrún: Una broma millonaria

La tarde de este martes, informativamente tranquila, se vio ligeramente alterada por lo que parecía ser una situación de emergencia declarada en la barriada de la Orden. Vecinos de la zona nos explicaron que el insistente sonido de las sirenas les hacía temer que pudiera haberse producido un accidente, incendio o similar.

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Tras consultar con el 112 nos explicaron que, efectivamente, habían recibido el aviso de una niña que alertaba de la presencia de fuego en su vivienda. La intuición y la experiencia acumulada hicieron sospechar a los servicios de emergencia que podría tratarse de una broma. Al no estar completamente seguros se desplegó el operativo oportuno, como es natural, que fue lo que alarmó a los vecinos. Las sospechas –afortunadamente, habría que decir– se confirmaron y desde el parque municipal de bomberos nos explicaron que había sido una falsa alarma. Todo apunta, por tanto, a que podría haberse tratado simplemente de una chiquillada. Y llegados a este punto, quizá el lector se pregunte: ¿Y sale gratis movilizar a bomberos, ambulancias y policía simplemente para hacer una gracia o echar unas risas con los amigos? Les aseguramos que no. Tenemos el precedente cercano y muy parecido al de ayer en el que un menor de Isla Cristina, en diciembre de 2015, avisó al 112 de un incendio en una vivienda. La Policía y dos dotaciones de bomberos se desplazaron al lugar y comprobaron que era una falsa alarma, lo que suponía una infracción grave a la Ley 2/2002 de gestión de Emergencias de Andalucía, que prevé multas de un mínimo de 6.000 euros. Poca broma con este asunto, por lo tanto. No obstante, al gracioso de turno siempre le quedará el consuelo de no ser vasco, comunidad donde el año pasado se aprobó una ley por la que estas mismas infracciones están castigadas con multas que arrancan en los 30.000 euros y pueden llegar a los 600.000, o lo que es lo mismo, 100 millones de las antiguas pesetas.

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Carlos Jean en Punta Umbría. Foco excepcional este fin de semana en Punta Umbría, donde uno de los establecimientos clásicos del verano, la discoteca Mangú, abre temporada a lo grande, con uno de los grandes de la música dance del panorama patrio: Carlos Jean. El DJ anda ya calentando el ambiente en redes, convocando a seguidores y llamando a la asistencia  al local, que seguro cuelga el cartel de ‘Completo’ de cara a una noche de baile con la que abrir el verano… ¡por todo lo alto!

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