El runrún: Errejón se las pira

En pleno debate sobre la necesidad de mantener la medida estrella de la izquierda madrileña en cuestiones de movilidad, alguien quiso mostrarle desde el punto de vista huelvano su visión del controvertido cierre del centro de la capital de España a los vehículos más contaminantes. Con poco tacto, más o menos venía a decir que no le importa lo que suceda con Madrid Central, ya que viene de Huelva, donde al parecer ha tenido suerte de no morir –dice– por culpa de la contaminación.

El líder izquierdista no quiso ignorar el comentario, pero tampoco su respuesta mostraba verdadero interés: “Tomamos nota. Se lo digo a los compañeros de allí!”, contestó. Como no podía ser de otra manera, muchos se lo tomaron como lo que parece, una forma diplomática de echar balones fuera. Vamos, que teniendo en cuenta las ampollas que levanta este asunto en nuestra tierra, fue más bien como meter el dedo en un avispero. Inmediatamente, con sus 850.000 seguidores, no tardaron en ponerle al día sobre el eterno conflicto ambiental onubense, mezclado además con las rencillas locales de las distintas corrientes de Podemos. Incluso salió a la palestra el gerente de Aiqbe, Rafael Eugenio Romero, que pidió a Errejón “escuchar todas las versiones” del asunto, intervención que a su vez provocó la reacción poco amistosa de, digamos, los no partidarios de la industria química, que corrían a advertir a Errejón de su verdadera identidad. Por si se lo están preguntando, ya que lo sospecharán... Iñigo Errejón no volvió a decir ni mú.