CONFIDENCIAL
El runrún: El bulo tras la listeriosis
Los bulos se sirven del miedo y la ignorancia para extenderse y son más peligrosos de lo que parece. El último ha venido a cuenta de los casos de listeriosis a causa de la carne mechá de una empresa sevillana.


Por un lado está la información, que hay casos comprobados, que las autoridades sanitarias están trabajando, que la responsable fue la empresa Magrudis y su producto ‘La Mechá’. En la añadidura está un bulo en forma de audio y texto que ha circulado por Whatsapp señalando que las autoridades han dicho que no hay que comer carne de cerdo. Facua alerta de un bulo que aconseja no comer carne de cerdo y sus derivados y que el origen está en un matadero de Sevilla, algo que no es cierto y que siembra muchas dudas y puede provocar la caída del consumo. Como siempre informarse por los cauces adecuados y no darle a reenviar sin más son las mejores armas para combatir estos bulos tan malintencionados. Por su parte, hizo lo propio la organización de consumidores Facua, que asegura que esta advertencia no tiene ningún tipo de fundamento. El bulo atribuye la listeriosis a un matadero de Sevilla y recomienda no consumir cerdo sin mencionar fuentes ni justificar la información. “Tengan o no faltas de ortografía, NUNCA compartas mensajes de WhatsApp sobre alertas alimentarias que no incluyan un enlace a una fuente solvente. Éste y otro similar están circulando en las últimas horas”, afirma Facua. Tal y como han apuntado en varias ocasiones las autoridades sanitarias, el producto contaminado es solamente la carne mechada de la marca La Mechá, propiedad de Magrudis, y ya ha sido retirada toda la producción desde mayo, ya que la fecha de caducidad es de tres meses. También reaccionó la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (FECIC), que ha afirmado que el brote de listeriosis surgido en Andalucía no debería afectar el consumo nacional de carne y ha defendido los mecanismos de control. Como señala 20minutos Desde FECIC han apuntado que pese a que una buena cocción debería haber eliminado la bacteria, su capacidad para vivir en muchos ambientes hace posible por ejemplo que ese lote de carne haya sufrido una contaminación cruzada al ser cortada con un cuchillo o en una tabla de partir en la que estaba presente el patógeno. Otra posibilidad es que el lote afectado no se analizase, ya que se testan muestras aleatorias, pero no el 100% de la producción. La listeria, según estas mismas fuentes, es una bacteria con facilidad para vivir en cualquier sitio aunque es más habitual encontrarla en vegetales o lácteos que en cárnicos. Junto a la listeria, la salmonella y el clostridium botulinum —este último puede producir el letal botulismo— son los patógenos que más en cuenta tiene la industria alimentaria en sus procesos de elaboración. Pues nada que añadir. Tomen nota. ¿Fin del ‘acuartelamiento militar’ en El Portil? Se lo contamos hace unas semanas: la queja de algunos vecinos del núcleo costero de El Portil por la ‘tradición’ impuesta por la dueña de una tienda de chucherías y comestibles ubicada en la calle peatonal de la localidad y a la que gustaba ambientar las horas con el Himno Nacional. Pues bien, se ve que el conflicto con el vecindario ha llegado a altas instancias –a la Administración vamos, que no se quedó solo de cara a los medios de comunicación- y que, de hecho, éstos se han salido con la suya y a la propietaria de la tienda se le ha prohibido reproducir el himno tal y como lo venía haciendo. Eso al menos se desprende del aviso que ella misma ha colocado a las puertas de su establecimiento, informando de que, hasta nueva orden, no puede seguir con su tradición. ¿Será una medida definitiva? El ‘tirón’ de la playa para perros. Pasan los días y, queramos o no, va llegando el final del verano y toca hacer balance. Y en esta ocasión nos fijamos en un aspecto no demasiado –o al menos lo suficientemente- visibilizado: las playas para perros y el tirón que, bien entendidas, podrían suponer. Y es que dado que la conciencia animalista, afortunadamente, no deja de crecer, debería hacerlo al mismo nivel la oferta para todos aquellos que quieren disfrutar de las vacaciones y sus mascotas. ¿Nadie se ha dado cuenta, por ejemplo, de la diferencia en la afluencia de gente que va a la zona habilitada para perros en la playa del Espigón, y la parte de la playa que no lo está? Acérquense cualquier día y aprecien la más que notable diferencia. ¿No sería tal vez adecuado que todas las playas de la provincia contasen con su zona canina pertinente? Respetando a las personas a las que no les gusta compartir su espacio con perros, claro, pero también respondiendo a esa demanda en aumento de quienes quieren ir con sus peludos a la playa. Tal vez acotando zonas en cada una de las playas onubenses se ganarían, por un lado, visitantes –cada vez son más los que eligen sus destinos vacacionales teniendo en cuenta la oferta para mascotas, y eso lo dicen las estadísticas-, además de evitar que haya quien se salte la ley y lleve a su perro a una playa en la que no es bienvenido. ¿De verdad no somos conscientes del ‘tirón’ que tendría una medida así?

