CONFIDENCIAL
El runrún: ¿Patada para arriba en Ciudadanos?
Más allá del intercambio de cromos en el PP –cabeza de lista al Congreso por cabeza de lista al Senado–. lo cierto es que las listas de los distintos partidos de cara al 10N nos han dejado pocas sorpresas. Repiten casi todos, ha habido pocos cambios, aunque lo cierto es que en las filas naranjas si ha habido un movimiento que ha llamado la atención



Hablamos de la designación de Néstor Santos como cabeza de lista al Senado, un puesto que el pasado mes de abril ostentó su compañera María Ponce –actualmente concejala de C´s en Aljaraque y portavoz de la formación en la Diputación Provincial-. Y decimos que este movimiento llama la atención porque podría interpretarse como una ‘patada para arriba’ a Santos, quien como alcaldable de la formación al Ayuntamiento de Huelva debería estar ejerciendo como portavoz de su grupo en el consistorio, algo que sin embargo no hace, pues el cargo lo ocupó finalmente Guillermo García Longoria –fichaje de última hora en Ciudadanos, recordemos–. Cierto es que durante la pasada campaña electoral pudo comprobarse que la oratoria y el desparpajo en los debates políticos no son precisamente virtudes de Néstor Santos, por lo que hasta cierto punto se entendió que no ocupase su Portavocía. Pero, ¿tratar de mandarlo al Senado, donde tendría que intervenir con cierta asiduidad? ¿Es una maniobra para quitarlo del Ayuntamiento y consolidar a ‘Willy’ como la figura fuerte de Ciudadanos en el Ayuntamiento? ¿O es que realmente la formación naranja no tiene muchas esperanzas de que Santos saque escaño de senador? En cualquiera de los casos, diría mucho de lo que para los propios partidos supone la institución del Senado… La subida de sueldos en Punta Umbría, en el aire. Se las pintaban muy felices en la corporación puntaumbrieña tras aprobar una sustanciosa subida de sueldos –para el equipo de Gobierno claro, no a los trabajadores- que, sin embargo, está ahora mismo en ‘stand by’.Porque claro, llegó la oposición a aguar la fiesta: sí, otra vez Unidos por Punta Umbría, otra vez Hernández Cansino, con otro recurso que ha vuelto a ser aceptado por el juzgado y en el que argumenta que la subida, especialmente en el caso de las concejalas no adscritas, no se ajusta a la norma y, por tanto, no puede darse. Obviamente será la justicia quien tenga que dirimir quién tiene razón en el asunto, pero mientras tanto esta subida de sueldos queda en el aire. ¿Lo están también los pagos a la plantilla? Pues la oposición lo deja caer, aunque nada tendrían que tener que ver una cosa con la otra. 'Cazando' médicos en Twitter. No hace muchos años, trabajar como facultativo en un hospital público era uno de los principales objetivos, cuando no el sueño, de cualquier estudiante de Medicina. Sin embargo, este servicio básico considerado por muchos la joya de la corona de nuestro estado del bienestar se ha convertido en una pesadilla laboral para los profesionales que lo sustentan. Es este, y no otro, el trasfondo del mensaje publicado por el hospital Infanta Elena reconociendo su necesidad de reclutar a profesionales de distintas ramas de la medicina dispuestos a trabajar en el centro. En un ‘tuit’, el SAS evidencia hasta qué punto ejercer en un hospital público ya no es, ni mucho menos, uno los destinos prioritarios de los jóvenes médicos: la precariedad laboral, con contratos leoninos, las jornadas prolongadas y la sobrecarga asistencial son algunas de las razones de este lógico rechazo. De hecho, este mismo verano, desde el Colegio de Médicos de Sevilla denunciaban que los salarios sanitarios de Andalucía son de los peores de España –si exceptuamos Murcia y Extremadura– y de casi toda Europa. En nuestro país, todas las comunidades pagan entre seis mil y doce mil euros más al año a sus facultativos. Un médico andaluz –señalaban– cobra 42.734 euros, mientras que en Irlanda, país con un nivel de vida similar al de España, un especialista gana entre 120.000 y 150.000 euros al año. No es necesario decir mucho más comprender el porqué de un mensaje que bien podría pasar por el de una ONG llamando a la solidaridad de los médicos.
'Cazando' médicos en Twitter. No hace muchos años, trabajar como facultativo en un hospital público era uno de los principales objetivos, cuando no el sueño, de cualquier estudiante de Medicina. Sin embargo, este servicio básico considerado por muchos la joya de la corona de nuestro estado del bienestar se ha convertido en una pesadilla laboral para los profesionales que lo sustentan. Es este, y no otro, el trasfondo del mensaje publicado por el hospital Infanta Elena reconociendo su necesidad de reclutar a profesionales de distintas ramas de la medicina dispuestos a trabajar en el centro. En un ‘tuit’, el SAS evidencia hasta qué punto ejercer en un hospital público ya no es, ni mucho menos, uno los destinos prioritarios de los jóvenes médicos: la precariedad laboral, con contratos leoninos, las jornadas prolongadas y la sobrecarga asistencial son algunas de las razones de este lógico rechazo. De hecho, este mismo verano, desde el Colegio de Médicos de Sevilla denunciaban que los salarios sanitarios de Andalucía son de los peores de España –si exceptuamos Murcia y Extremadura– y de casi toda Europa. En nuestro país, todas las comunidades pagan entre seis mil y doce mil euros más al año a sus facultativos. Un médico andaluz –señalaban– cobra 42.734 euros, mientras que en Irlanda, país con un nivel de vida similar al de España, un especialista gana entre 120.000 y 150.000 euros al año. No es necesario decir mucho más comprender el porqué de un mensaje que bien podría pasar por el de una ONG llamando a la solidaridad de los médicos.
