El runrún: El onubense que engañó a Kiko Rivera

Memoria ‘exhumada’. Lo vivido durante la jornada del pasado jueves en el Valle de los Caídos y el cementerio de Mingorrubio, además de servir de munición electoral para los partidos políticos de cara a la inminente cita con las urnas, ha hecho que la calle vuelva a resucitar esos debates eternos sobre las dos españas. Aunque hace mucho tiempo que no deja de ser una nota anecdótica en los informativos, durante años, coincidiendo con el aniversario de la muerte del dictador, el Franquismo se sometía a juicio popular y un lugar tan emblemático como el Valle de los Caídos se convertía en lugar de peregrinación obligado para los agradecidos al régimen. Ayer, en los alrededores de la basílica, pudimos ver qué poco queda de aquel franquismo sociológico en el que se mezclaba la extrema derecha más nostálgica y el ultracatolicismo. Pero también sirvió de excusa para que muchos españoles discutieran acerca de lo que supuso para el país la Guerra Civil y la terrible posguerra que la siguió. Y como podemos ver, no han faltado quienes han echado mano de los recuerdos familiares para demostrar algo que a veces olvidamos: que aquellas cuatro oscuras décadas no consistieron únicamente en ver cómo una España sometía a la otra; hubo muchas pequeñas historias que no eran solo de represión y violencia, también nos hablan de héroes, que podían encontrarse, aquí tenemos un ejemplo, en cualquiera de los dos bandos.