CONFIDENCIAL

El runrún: Tragedia en la cena de empresa

Se supone que en Navidad se tiene que ablandar el corazón, pensar aunque sea un poco más en los demás, ser generoso y solidario; pero hay casos que demuestran que el antiespiritu navideño también existe.

El runrún: Tragedia en la cena de empresa

Huelva24

Huelva

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Que se lo digan si no al grupo de personas que celebraron la comida de empresa hace unos días y han colgado una foto con una sorprendente denuncia. Lo que iban a ser sonrisas y un rato entre compañeros alejados de la carga laboral se tornó en tragedia. Según explica el autor del comentario, la fiesta “no fue completa por culpa de un desalmado que aprovechó el descuido de uno de nosotros, que olvidó su bolso en el restaurante con más dinero dentro del que la prudencia aconsejaba llevar encima en esas circunstancias, y que se encontró sin él cuando volvimos a buscarlo a los pocos minutos”. Agregó que “con nuestra mesa en el restaurante entre dos columnas y el que descuidó su bolso sentado de espaldas a la cristalera, el sitio no era de paso obligado para los comensales de otras mesas. Aun así, el bolso “desapareció”, debió caer al suelo y alguien se hizo con él después de salir nosotros”. Tras esta narración decía: “Ni el espíritu de la Navidad ni nada, cuando se es mala persona, se es siempre. Sólo pido que este próximo año 2020 le traiga al ladrón, que esa es la palabra para definir a quien se queda con lo que no es suyo, la misma mierda que él ha sembrado con su miserable acción”. Los comentarios no tardaron en sucederse y alguien, inocentemente o con intención preguntaba: “¿El ladrón está en la foto?”. El denunciante volvía a aclarar: “No, la foto es de la comida de empresa. Después de ella abandonamos el local, y al volver unos minutos más tarde ya no estaba el bolso que, probablemente, habría caído al suelo entre la mesa y la ventana”. Pero alguien insistía: “Él ladrón no anda muy lejos y además sabía lo que tenía en la cartera , mala persona!”. Días después de lo ocurrido parece que el misterio está lejos de resolverse y que el dinero más aún.

El runrún: Tragedia en la cena de empresa

El tercer río de Huelva. Como siempre, Huelva ha estado bordeada por los rios Tinto y Odiel, pero como ocurre con los Reyes Magos, se ha sumado un tercer elemento, un tercer río. Es el que ha estado fluyendo desde por la mañana a la noche en la calle Garci Fernández de la capital, tomando también parte de la calle Berdigón y Santa Ángela de la Cruz. Una tubería rota ha hecho que los haituales clientes de las cafeterías de la zona hayan deseado tener una canoa para ir de orilla a orilla. 

Con el paso de las horas se ha logrado que se vaya reduciendo el caudal del ‘río’, que ha dejado tras de sí un rastro de lodo, que también se ha ido en los zapatos de quienes han intentado pasar por allí de puntillas. Desde el bar 1900 grabaron un video que colgaron en Instagram cuando las aguas estaban en su gran momento, mal momento para el resto. Esperemos que pronto todo quede seco y continúe la Navidad con cosas buenas.

Héroes hospitalarios. Uno de los tópicos más oídos acerca de nuestro sistema sanitario es que la falta de medios humanos y materiales de la que adolecen nuestros hospitales suele ser suplida por la entrega y la profesionalidad de quienes trabajan en ellos, a menudo en condiciones muy precarias. No siempre tenemos ocasión de escuchar en primera persona a un usuario del sistema público de salud corroborar esta verdad a través de una experiencia personal. Precisamente eso es lo que traemos junto a estas líneas: una historia, como tantas otras, que habla –de forma concisa y certera– de enfermedad, de escasez de medios, de esperas interminables y de un trato humano que, si no compensa todo lo anterior, al menos si lo hace más llevadero. No es mal momento este, ya que se hacen balances de todo tipo como cierre del año, para agradecer a todos los que mantienen en pie la sanidad pública a pesar de todo y para recordar de paso a los responsables de su gestión de la importancia de cuidar el factor humano, que es lo que marca la verdadera diferencia cuando un paciente traspasa la puerta de entrada de un hospital.

El runrún: Tragedia en la cena de empresa
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia