CONFIDENCIAL

El runrún: Cuidado con los pensionistas

Cualquiera que viva o frecuente el centro de la capital sabrá que la plaza de la Constitución, la del Ayuntamiento, es lugar habitual de concentraciones y reivindicaciones de todo tipo. Este lunes era el turno de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Publico de Pensiones.

El runrún: Cuidado con los pensionistas

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Esta entidad había convocado una protesta con todas las de la ley –es decir, solicitando los permisos pertinentes– para denunciar, como se ha hecho hoy en otras muchas localidades españolas, “el ataque a uno de nuestros derechos históricos más sensibles y necesarios para las familias trabajadoras”, un sistema de pensiones, aseguran, “brutalmente atacado por las sucesivas reformas legislativas llevadas a cabo por los gobiernos del PSOE y del PP para beneficio de la gran banca y aseguradoras”. Como ven, los ánimos no son los más propicios para que circunstancias añadidas vengan a tocarles las narices, si se nos permite la expresión.

Y esto es precisamente lo que ocurrió esta mañana, ya que fueron a coincidir en el mismo espacio los concentrados con los operarios de la empresa Ximénez encargados de instalar la iluminación navideña, de forma que mientras a ras de suelo los manifestantes –escasos, eso sí– llevaban a cabo la protesta, a unos metros del suelo y por encima de sus cabezas, un trabajador de esta empresa colocaba uno de los adornos luminosos de la plaza. La situación, como pueden comprobar en estas imágenes, indignó al colectivo, especialmente al señor del megáfono y a la señora que animaba a compartir la denuncia en las redes sociales, pues consideraban que se estaba poniendo en grave peligro su integridad física y que puesto que la concentración había sido autorizada en este espacio, deberia haberse suspendido la instalación hasta que finalizara la protesta. ¿Exagerado? Juzguez ustedes mismos.

El runrún: Cuidado con los pensionistas
El runrún: Cuidado con los pensionistas

El chandal de Traoré indigna al cordobesismo. No nos referimos a Moha Traoré, actual jugador del Recre y hermano del internacional español Adama, sino al también centrocampista marfileño Djak Traoré, que tras militar en los escalafones inferiores de clubes como el Real Madrid y el Espanyol llegó al Decano, de la mano de Eurosamop, en el verano del año 2017. En su primera campaña en Huelva más o menos tuvo participación pero en la segunda el técnico José María Salmerón apenas contó con él, lo que propició que en el mercado invernal se marchara al filial del Sevilla, equipo que también militaba en el grupo IV de Segunda B. Traoré salió por la puerta de atrás del Recre y además por esa época se descolgó con unas fuertes declaraciones en las que aseguraba que el Decano le debía dinero y que ni su presidente, Manolo Zambrano, ni su gerente, Carlos Hita, le cogían el teléfono para explicarle lo que estaba pasando. El propio máximo mandatario albiazul le replicó diciendo que mentir es gratis y que la historia que contaba el costamarfileño no era realmente así. Y tras un año pasado gris en el Badajoz, este verano Traoré fichó por el Córdoba, otro de los gallitos de la categoría en el que paulatinamente va gozando de protagonismo. Este sábado fue titular en la derrota blanquiverde por 1-2 ante el propio Sevilla Atlético, pero su entrenador, Juan Sabas, le mandó al banquillo a la media hora de partido. Lo curioso, como cuentan medios de comunicación como Diario Córdoba o ABC Córdoba, es que varios aficionados blanquiverdes se encontraron, el día después de que se jugara dicho partido, a Traoré paseando por las calles de la capital califal con un chandal del Sevilla. Eso motivó su indignación y en las redes sociales más de un seguidor cordobesista se ha cebado con el exjugador del Decano. No comprendían cómo se atrevió a hacer eso y ahora su club, el Córdoba, medita aplicarle el régimen interno y sancionarle económicamente. No aprovechó su primera titularidad de la temporada y encima enfadó bastante, con su gesto del día siguiente, a su propia afición. Mal comienzo de Traoré.

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