CONFIDENCIAL
El runrún: La tentadora oferta del PT a Rocío Márquez
A estas alturas nadie duda ya del poder de seducción de Superoidor, que no sólo tiene desarrollado prodigiosamente el sentido auditivo para captar sus 'Oido en la calle', sino que también tiene un instinto hipersensible para realizar fichajes para su partido, el PT, y la gran artista Rocío Márquez está en su punto de mira.

Cuentan los mentideros políticos que fue un encuentro casual, esas conexiones no buscadas que propician los algoritmos de las redes sociales. Rocío Márquez echó un vistazo a una de las acciones del Partido Trochodadaísta y ahí estuvo atento su cabeza visible para lanzar el anzuelo e iniciar una conversación. Superoidor anunciaba un sábado de desenfreno trochodadaísta en el BlueOx de Aqualon con Martín Lagares moldeando en directo su efigie. El interés era mutuo y la artista, tan centrada siempre en su ámbito, en que el trabaja intensamente y triunfa multiplicando lo sembrado, se vio tentada a subirse al carro de un proyecto político sin parangón sin pensar mucho en imcompatibilidades o los numerosos amigos que se granjearía con esta decisión. El PT es mucho PT y Superoidor no tuvo que realizarle demasiadas promesas. Le abrió las puertas y le creó una concejalía a su medida que seguro que le sienta como un guante y desde la que podría hacer mucho por Huelva. Nada más y menos que la oferta es ser concejala de Flamencotrochería. Es lo más cuerdo que me ha pasado en el día, exclamó la artista, que se ha comprometido a que este potente fichaje se trate en persona y se le dé forma como corresponde. La sonrisa del auténtico alcalde de Huelva es de oreja a desde entonces. La Huelva trochodadaísta se muere por ver a Rocío Márquez luciendo pabellones auditivos de su categoría ¡Viva el PT! ¡Que lo pete!


Se busca socorrista con discapacidad. Como saben quienes nos leen con frecuencia, el mundo de las ofertas de trabajo de vez en cuando esconde perlas dignas de ser mostradas en esta sección. Normalmente son divertidas, pero algunas dejan cierto regusto amargo más propio del humor negro. Les contamos... Hasta ahora, teníamos noticia de la existencia de cursos de especialización para socorristas en atención a personas con discapacidad, formación que les dotaría de una preparación adicional para velar por ellos y su seguridad en playas y piscinas. Lo que no sospechábamos era que quienes deben encargarse de la contratación de estos mismos socorristas no sólo tuvieran predilección, sino que pusieran como condición imprescindible para desarrollar este trabajo una cualidad: la de ser discapacitados. Lo hemos visto recientemente en una oferta publicada por el Servicio Andaluz de Empleo, aunque indagando descubrimos que no sólo no era un error, sino que es algo mucho más frecuente de lo que podíamos imaginar. Obviamente, el que contrata conoce las ventajas económicas de incorporar trabajadores con discapacidad, y aunque sabemos que pueden desempeñar muchos trabajos con igual o más competencia que un empleado sin discapacidad, no parece que este sea uno de ellos, especialmente si esa minusvalía impide realizar tareas propias del puesto de socorrista. Sabemos también que discapacidades hay de muchos tipos y grados, algunas seguramente compatibles con este trabajo tan propio del verano, pero no es precisamente el empleo en el que todos pensaríamos a la hora de poner esta condición indispensable a los candidatos

