CONFIDENCIAL
El runrún: Cárcel para falsos minusválidos
En un país de pícaros como el nuestro, normalmente es necesario que la Justicia se ponga seria con los tramposos para conseguir que respeten las normas, aunque sea a la fuerza.

Lo decimos a propósito de una reforma del Código Penal que pasa a penalizar, además de la falsificación, el uso indebido de las tarjetas de estacionamiento para discapacitados. Se ha incluido un artículo, el 400 bis, donde se dice que se considerará delictivo “el uso de documentos, despachos, certificaciones o DNI auténticos realizado por quien no esté legitimado para ello”. En la práctica y según las circunstancias agravantes, algo tan aparentemente ‘inocente’ como usar la tarjeta de un familiar para aparcar más fácilmente pasa a ser un delito que podría conllevar penas de cárcel. Según recoge El Confidencial, las sentencias judiciales al respecto están mostrando un cambio de actitud y lo que era una simple sanción administrativa se está convirtiendo en un problema realmente serio para el que se pasa de listo. La clave del asunto es que estos documentos son nominativos y sólo pueden usarse cuando la persona discapacitada viaja en el coche, ya que muchos creen que el permiso es del vehículo. Es más, en muchos casos se considera algo hereditario y no faltan los ejemplos de quienes van a renovar la tarjeta de su familiar muerto, incluso falsificando la firma del difunto. Buenas noticias, por lo tanto, para los usuarios legítimos de estas autorizaciones, que si bien no podrán evitar estos comportamientos, al menos les queda el consuelo de que si son cazados les caerá un castigo ejemplar.


