El runrún: Otro bar que echa la persiana

Cierre que en esta ocasión se ha producido en la zona de Pescadería, ya que el establecimiento 'hermano' del centro sigue adelante. Hablamos de 'El tendedero', ubicado entre el Mercado del Carmen y la Casa del Mar, y que estos días anuncia su adiós definitivo, remitiendo al local de la misma cadena ubicado en la plaza del Lino, 'La cuerda floja', que sí que permanece abierto -y con la terraza hasta arriba habitualmente-. Lo cierto es que 'El tendedero', con la pandemia de por medio, no ha llegado a estar abierto en esta ubicación más de año y medio, pero su cierre supone la pérdida de una oferta en una zona con gran demanda, teniendo en cuenta el aumento de población en la zona. Esperemos que pronto venga algún otro establecimiento a ocupar su lugar.

La Policía Local ‘amonesta’ al Gobierno de Almonte. Hay cansancio y hastío en la plantilla de la Policía Local de Almonte por los medios humanos y materiales con los que ha de afrontar la vigilancia del municipio, que en los meses de verano se hace aún más dificultosa con la llegada de miles de visitantes a Matalascañas y el incremento del turismo también en la Aldea de El Rocío. Solo hay que seguir sus publicaciones en redes para detectar que se ha pasado del hastío al rechazo y que los/las agentes se sienten “ninguneados/as” y hasta “maltratados/as” por el equipo de Gobierno que encabeza la alcaldesa, Rocío del Mar Castellano. Ahora, a la voz de la plantilla, se ha sumado la de la sección sindical en Andalucía del Sindicato de Profesional de Policías Municipales de España, que sin pelos en la lengua describe la situación que atraviesa la plantilla, que - dicen- se encuentra en situación límite.  El sindicato censura el comportamiento del Gobierno almonteño por tener una mentalidad empresarial al querer “especular” - dicen- según sus intereses, mientras la integridad de los agentes está en juego por falta de efectivos. El Ayuntamiento echa mano del argumento de la situación de las arcas municipales y, sin embargo, gasta 25.000 euros en seguridad privada solo en dos fines de semana y una partida de otros 22.000 euros en un servicio de transmisiones que no funciona. Son las cifras que exponen los representantes de los trabajadores. La denuncia de la situación de la Policía Local, con consecuencias en cualquier época del año, llega en un momento sensible para el pueblo, por el turismo y la pandemia, en el que la presencia y la vigilancia policial se hacen más necesarias aún. Esperemos no tener que dar noticias no deseadas precisamente por falta de seguridad este verano.