El runrún: Robo a la teniente fiscal de Huelva en su despacho

Y ha ocurrido, pese a los avisos, lo que tanto se temía: a la teniente fiscal de Huelva, Isidora Solís, le han robado en su propio despacho, en la segunda planta, en el ala en el que se ubica la Fiscalía. Increíble, sí, tal y como lo están leyendo. Solís se ausentó del despacho durante la mañana de este martes para asistir a sala, donde tenía juicios, y finalizadas las vistas regresó y se encontró con la sorpresa de que le habían ‘vaciado’ su bolso y la cartera (ya saben, dinero, documentación, tarjetas de crédito…) había desaparecido. La Guardia Civil se puso en alerta a buscar posibles sospechosos por el edificio mientras en el juzgado de Guardia preparaban la denuncia de la teniente fiscal, que empeñó su tiempo siguiente en tratar de que el ladrón no pudiera hacer uso de las tarjetas si era esa su intención. Al parecer, el autor se paseó por la Fiscalía, a la que entró por una puerta que habitualmente se encuentra cerrada con llave y que ayer no lo estuvo, facilitándole así el paso. Entró en el despacho de Solís y se llevó su cartera. En su recorrido por los pasillos de los juzgados alguien le llamó la atención y se justificó diciendo que andaba perdido, buscando cómo llegar a la tercera planta. La cartera apareció más tarde tirada en el suelo. El ladrón debió deshacerse de ella cuando se percató de que la Guardia Civil estaba dando demasiadas vueltas, que andaba buscando algo…pero antes cogió el dinero que había dentro. No se quedó con nada más, solo quería metálico. Se sospecha que el autor es un individuo que se encuentra en búsqueda, que estuvo rondando por los juzgados. Igual los responsables de Justicia toman nota de las necesidades en el Palacio de Justicia tras este robo, un sinsentido que la teniente fiscal de Huelva sea víctima de un robo en las dependencias judiciales, en su mismo despacho.

El calor no es excusa. Los días de insoportable calor que hemos tenido que sufrir entre el sábado y el lunes pasado nos ha obligado a cada cual a intentar sobrellevar la situación como buenamente hemos podido. Naturalmente, la costa ha sido el refugio diurno para miles de onubenses. Pero al caer la noche, de regreso a la capital, el calor no ha dado tregua, lo que ha obligado a muchos a salir de sus casas para cenar al aire libre. Hay quienes optan por acudir a alguna terraza y quienes, como en la fotografía, aprovechan un simple banco para pedir comida y consumirla allí mismo. El problema son aquellos que piensan que una vez han acabado, vendrá un camarero a retirar los restos. El resultado podemos verlo junto a estas líneas, en una imagen captada en la calle Honduras que ha indignado –con razón– a la Plataforma de colectivos ‘El Higueral’, que en las redes sociales recuerda que comer en la calle no tiene por qué estar reñido con la buena educación.