CONFIDENCIAL

El runrún: El fantasma de Matalascañas

Hasta ahora teníamos claro que el tema los alquileres vacacionales y los conflictos que generan entre propietarios e inquilinos daría para escribir un anecdotario de varios tomos.

El runrún: El fantasma de Matalascañas

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Desde el punto de vista del inquilino, lo habitual suele ser encontrarnos con que la vivienda no se ajusta a las características acordadas o bien encontrar inconvenientes que en un primer momento nunca hubiéramos imaginado. Cierto es que cuando el precio de un alquiler es inusualmente barato algo debería hacernos sospechar. Esto es lo que le pasó a una familia que este verano dio en Matalascañas con el apartamento perfecto para sus vacaciones, especialmente porque lo que pedían por él era, como decíamos, un auténtico chollo. Sin embargo, el problema del inmueble es que no estaba, por así decirlo, totalmente deshabitado. Esto es al menos lo que nos cuenta en su relato Bernardo Roldán, un sevillano responsable del canal de YouTube Orden del Tiempo, una especie de Cuarto Milenio de andar por casa que hoy nos sorprendía con una escalofriante historia de las de no pegar ojo. Explica Bernardo, que se define como historiador y humanista digital, que desde que llegaron a esta casa de Matalascañas, la familia a la que nos referimos comenzó a observar que las luces y los aparatos de la casa se encendían y apagaban sin que nadie los tocara. Lo achacaron a problemas eléctricos que explicaban a su vez el bajo precio del alquiler. También notaban extraños olores y que, a veces, cuando volvían a la vivienda, encontraban que determinados muebles y objetos habían cambiado de lugar. Sin embargo, empezaron las pesadillas nocturnas en las que se aparecía en sueños una señora que decía haber muerto en esa casa. Obviamente, ante semejante panorama, antes de una semana salieron de allí. Eso sí, el hijo de esta familia decidió regresar con sus amigos para pasar el fin de semana y de paso, investigar el tema, ya que les llamaba la atención. De hecho, hicieron una güija –con un vaso de plástico– y según la historia que cuenta Bernardo, contactaron con la mujer de las pesadillas y les dijo que había fallecido en la vivienda y que necesitaba dar un mensaje a su hijo, el actual propietario. ¿Y qué decía este mensaje tan importante como para necesitar regresar de entre los muertos para entregarlo a su destinatario? ¿Quizá que no fuera tonto y subiera un poco el alquiler? Pues nuestro particular Iker Jiménez no nos lo aclara, lamentablemente, con lo que su historia nos ha dejado un poco a medias. Si les ha pasado lo mismo, quizá quieran entrar en su canal de YouTube y animarle a que continúe con la investigación.

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