El runrún: ¿De alcaldesa a funcionaria de carrera?

El interés lo ha despertado uno de los puntos del orden del día, el que se refiere a los avances en el proceso de funcionarización para el personal laboral fijo. El asunto pasaría sin pena ni gloria (esto último especialmente para los trabajadores con esta categoría) si no fuera porque la alcaldesa, Aurora Águedo, es personal laboral en excedencia desde que ocupa el cargo. Antes de que se produzca movimiento alguno por parte de la regidora, desde la oposición ya se le ha pedido que se autoexcluya del procedimiento, por coherencia y por estar en una situación de privilegio, ya que, en caso contrario, cabría la posibilidad de que se convierta en personal fijo sin necesidad de oferta de empleo público y sin que concurran otros aspirantes. La advertencia llega por parte del portavoz de Unidos por Punta Umbría (UPU), José Carlos Hernández Cansino, que le ha preguntado ya a través de redes si elegirá también el temario y el tribunal que tendrá que valorarla. Son más que conocidas las pésimas relaciones entre ambos dirigentes y contrincantes pero, más allá de la arena política, igual Águedo debe dejar este procedimiento para cuando decida irse de la vida pública o las urnas le marquen el camino. 

¡Viva la Hermandad de Halloween! De acuerdo, no podemos confirmar que en El Rocío se escucharan voces como esta durante el pasado fin de semana, marcado por la celebración de ese carnaval de otoño en que se ha convertido la víspera de la festividad de Todos los Santos. Pero no hay más que ver el gentío que se agolpaba en las casas de la aldea para comprobar, una vez más, el éxito que tiene esta localidad como epicentro de todas las fiestas. Este año, además, el mal tiempo reinante invitaba a los jóvenes más afortunados a buscar cobijo lejos del control paterno en estas viviendas, de las que muchos sólo se acuerdan para montarla bien gorda, como ocurrió la noche del pasado domingo.

La prueba la tenemos en esta publicación de la Plataforma de Policías Locales de Almonte, donde cuentan cómo una multitud de más de 500 personas, reunidas en “casas discoteca” y cortando la calle, obligó a intervenir a los agentes, que se expusieron “a ser apaleados”, sin más opciones que “coger el teléfono móvil y buscarse la vida”. Conocido es desde hace tiempo el conflicto existente en la policía almonteña y a menudo sale a relucir en este tipo de publicaciones, en este caso denunciando la falta de planificación y la “irresponsabilidad” de los “jefes”, que exponen a los agentes –como en este caso– a situaciones tan comprometidas como la de este pasado fin de semana.