CONFIDENCIAL
El runrún: La trastienda del Mundial
Más de puertas hacia afuera que hacia adentro. El Mundial de Bádminton ha triunfado más en los lugares del mundo donde el bádminton es casi una religión que en la propia capital onubense. Sin Carolina Marín sabíamos que iba a pasar. Otras cosas ni siquiera las sospechábamos.

Un contexto de pandemia, las navidades encima y la gran estrella lesionada. Es el punto de partida del Campeonato del Mundo Absoluto Huelva 2021, que sin embargo se repuso lo mejor que pudo de todo ello. El nivel deportivo queda fuera de toda duda. A pesar de la ausencia de Carolina Marín -impecable como embajadora- y Kento Momota y la gran mayoría de la selección de Indonesia, entre otros, quienes pisaron el tapiz rindieron a un alto nivel y espectáculo dieron desde el principio y hasta el final. En otros aspectos, las hubo de cal y de arena, pero en general parece que una gran mayoría se llevó una buena impresión de Huelva y ya saldrá reflejado en las encuestas de satisfacción, pues durante todo el evento los voluntarios repartían tablets entre el público para que dejaran constancia de su opinión. Vaya por delante que la organización del Mundial ha puesto su mejor empeño y voluntad, que por dedicación, horas y ganas no ha sido. Y ahí, además de las instituciones implicadas (Federación Española, Federación Andaluza, Ayuntamiento de Huelva, Junta de Andalucía) hay que acordarse de los voluntarios, personal de seguridad, etc. Pero todo tiene un lado menos visto y es el que queremos enseñar por aquí. Recogemos experiencias propias y contadas y para empezar a muchos les ha llamado la atención que el Palacio de Deportes Carolina Marín estuviera perimetrado por unas vallas con lonas azules. Evidentemente cumplían su función por las medidas Covid y de seguridad y suponemos que también contarían con el visto bueno de policías y bomberos si surge un incidente y hay que evacuar. No obstante, el comentario generalizado era que daban sensación de que estaba todo en obras, que no invitaba a entrar en lugar de ejercer de reclamo hacia el espectáculo del interior. “Es como si vas a un bar y están fregando el suelo”, decía con ingenio un compañero. A partir de ahí, la respuesta de la ciudadanía onubense no ha sido masiva, las cosas como son. La mediática tampoco. Las presencia de colegios sí llevó algo más de ambiente a la fan zone y los graderíos, pero salvo el fin de semana, jornadas de semifinal y final, en las rondas previas las pistas de bádminton exterior estaban vacías y los trabajadores de los distintos expositores han estado realmente aburridos. Algo menos en en la carpa del bar, donde han defendido con orgullo la gastronomía onubense, que ha gustado a locales y foráneos. O que se lo digan al que fue a la postre campeón del mundo del cuadro individual masculino, el singapurense Loh Kean Yew, a quien se pudo ver llevándose una buena tarrina llena de chocos fritos. ¿Está en este alimento tan típicamente onubense parte del secreto de su gran torneo culminado con el oro? No vamos entrar en profundidad en el queso suizo de gruyere que parecía la burbuja, pues no se puede poner un policía encima de todo el mundo, aunque se pudiera ver repetidamente a personas con acreditación roja y verde fumando juntos, por ejemplo. Esta división no produjo pocos problemas e inconvenientes y más bien por fallos de comunicación interna que de organización, porque la cosa estaba clara. Medio pabellón era de acceso para las personas dentro de la burbuja para evitar contagios, donde estaban los jugadores y técnicos, parte de la organización y algunos medios de comunicación. En el otro medio, las personas con acreditación roja y público. Pues se ve que algo de lío generaba. De hecho día sí y día también, repetidamente en cada cambio de turno de voluntarios, a los pocos representantes de medios presentes -tirón de orejas para los que no vinieron- los querían echar de la grada. El lugar destinado a ellos supuestamente era una mesa y unas sillas, todas vestidas con telas, como en una boda, que no tenían enchufe alguno alrededor y desde donde apenas se veía lo que pasaba en la pistas. Desde el gabinete de prensa insistían en que se podían mover libremente por toda esa zona, pero se ve que alguien decía al personal de control que sólo estaba destinado a la zona VIP, amplia y vacía de ídems. Por tanto, la alternativa, mientras no venían a decirte lo contrario, era estar la grada con el portátil, la cámara o lo que fuera sobre las rodillas, en una postura muy cómoda durante ocho días. Había una red WiFi a la que era imposible conectarse y nada de enchufes, pero al tercer día ya tuvieron el detalle de que llegara una alargadera hasta allí. También se quejaron algunas personas que habían pagado entradas caras por la ubicación que les habían dado. Varias pidieron el libro de reclamaciones porque decían que habían seleccionado unas localidades que estaban cerca de la pista y que al llegar al pabellón les ubicaban en un lugar que consideraban no acorde al precio pagado. Fueron los menos casos, pues la mayoría disfrutó del espectáculo, al que se sumaron muchos políticos en la jornada de las finales. Ahí sí que el palco lucía como tal. Hasta bailaban al son de la música. Una vez pasado todo queda la pregunta: ¿Huelva es una ciudad de bádminton? Pues por muchas cosas sí y por otras cosas no. Por ejemplo, parece probado que Huelva ha salido hasta en la sopa en muchos medios de países donde el bádminton es casi una religión, aunque en los grandes medios nacionales, quitando Teledeporte, han pasado de puntillas. No sabemos si el paso del Mundial dejará como legado más practicantes, más niños o personas de otras edades que quieren emular a Carolina Marín. Lo que sí parece claro es que ha quedado abonado el terreno para plantar la semilla de un futuro torneo. Veremos en forma de qué, cómo y cuándo se organiza. Si es con la participación de Carolina Marín, ya sabemos que hasta los que no saben diferenciar un volante de una castaña estarán los primeros deseando estar cerca de ella.

Nuevo bar en el club de tenis. El Real Club Recreativo de Tenis es un lugar especial, cargado de historia y donde se han vivido grandes momentos. La Copa del Rey acapara gran parte de la película histórica que se ha ido rodando en este escenario. Pero en el día a día también es un rincón estupendo para disfrutar de momentos de tranquilidad y gastronomía. Para ahondar en esa línea, desde el club se ha informado que próximamente habrá un nuevo negocio hostelero se trata de ‘Oliva 2 Food & Drinks Terrace’, que como definen viene con “nuevo concepto, nueva decoración y sobre todo mucha ilusión”. No se sabe nada más de este nuevo proyecto, pero seguro que pronto nos enteramos de más detalles. Les deseamos mucha suerte.
Una pedida de película. Imagínense. Están ustedes en el cine dispuestos a ver, como cualquier otro fin de semana, una película en compañía de sus amigos. Se apagan las luces y antes de que comience aparece en pantalla su pareja pidiéndole matrimonio. Pues esto que les contamos, impensable hace unos años en una sala de cine, es justo lo que ocurrió el pasado domingo en el centro comercial Holea. Los espectadores que acudieron por la tarde a ver ‘Cazafantasmas’ a las ocho menos cuarto no sospechaban que alguien había planeado una pedida de mano de película. Podemos imaginar la cara de la chica que recibió la sorpresa de su vida, mientras su novio esperaba fuera y ella salía entre los aplausos del público a darle, queremos creer, el ‘sí quiero’. Cosas de las nuevas tecnologías, que sin las limitaciones del celuloide permiten exhibir en pantalla gigante algo tan personal como una declaración de amor de este estilo. Y por supuesto, un diez para el cine, que tuvo el detallazo de prestarse a ello.
