CONFIDENCIAL

El runrún: La mascarilla, aquí, sí

Todos conocemos, a grandes rasgos, cuáles son las particularidades del decreto que elimina la prohibición de llevar mascarilla en interiores. Estas consisten, básicamente, en las excepciones a la norma, que buscan proteger a las personas más vulnerables.

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Así, hablamos de centros, servicios y establecimientos sanitarios, incluyendo farmacias; trabajadores y visitantes de residencias de mayores –no así los internos–; y lo que sin duda se prestará a un mayor número de confusiones o malentendidos: los transportes públicos. Porque no sólo hablamos de medios colectivos (aviones, trenes, metros, autobuses, barcos,..), sino también de aquellos que son públicos pero de posible uso individual, como el taxi, donde al menos de momento será obligatorio seguir llevando la mascarilla, al igual que en los VTC, o incluso servicios como BlaBlaCar, al ser transporte de viajeros con conductor. Eso sí, ni en estaciones, aeropuertos o andenes será necesario llevarla. Algo es algo.

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Comienza la puja: por un millón y medio. Por esta cantidad, como mínimo, puede usted hacerse con el edificio que se ubica en el número 4 de la céntrica calle José Nogales. Ya… somos conscientes: no está al alcance de cualquiera. El inmueble en cuestión, propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social, lo saca a subasta pública el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y se celebrará – por si tiene interés y recursos económicos para pujar- el próximo 15 de junio. El referido departamento quiere deshacerse de este edificio este mismo año y avisa – es oficial el anuncio- de que la persona o entidad que se haga con él tendrá un inmueble libre de cargas pero no podrá rechistar sobre su estado de conservación. Pasará a las nuevas manos tal y como está en estos momentos, renunciando así de antemano a cualquier tipo de reclamación.  Ya sabe, tienen tiempo para darse una vuelta por José Nogales, echar un ojo y comprobar la situación del inmueble antes de pensarse si presenta oferta o sube el precio para hacerse con un edificio que puede dar mucho juego a su futuro propietario. Estaremos pendientes, pura curiosidad. 

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