El runrún: Vuelve un clásico de las braserías

Por eso sorprendió que en pleno verano, es decir, posiblemente cuando más negocio podían hacer por las noches con todos los bares llenos hasta tarde, cerrase su salón y su cocina interior dedicada a la brasería. Después, unos meses después, publicó una oferta de trabajo por la que buscaba a camareros y cocineros, siendo esa escasez de personal posiblemente la causa y el motivo por el que había decidido cerrar la brasería en época de vacas gordas. Ahora ha anunciado que hace unos días volvió a abrir dicha fundamental parte, por lo que su carta gastronómica es muchísimo más amplia para los clientes, que ya no sólo se conformarán con consumir allí bebidas, mariscos y fritura. Coincide también con la llegada de otro de los tramos buenos del año para este tipo de negocios, la Navidad, así que es de esperar que les irá a las mil maravillas en las próximas semanas.

Una ayuda para 'El Huelva'. En el barrio sevillano de Triana, Antonio ha sido durante años uno de los personajes anónimos más conocidos y entrañables entre sus vecinos y visitantes. Se ha pasado por sus calles, ofreciendo sus letras a cambio de algunos cigarros o unas cañas porque la pensión que percibe no le daba para más. Al querido Antonio, originario de Gibraleón, se le conoce como ‘el Huelva’, y se le perdió la vista en la zona que ha sido su vecindario el pasado verano… hasta hace poco más de un mes, recoge la cadena Ser en su web. Se le ha localizado en Madrid, mendigando en calles de un barrio próspero y las imágenes, que corren por redes sociales, han tenido reacciones de inmediato, con una propuesta para ayudarle a regresar al barrio que convirtió en su casa.