El runrún: El bonito 'gracias de corazón' de Jesús Vázquez

Endesa, contra el arte. Parece que hay personas y entidades a las que el arte les incomoda. Parece sorprendente pero pasa. En Trigueros el Ayuntamiento está sorprendido y decepcionado con la actitud de Endesa, que ha borrado de forma unilateral el mural artístico de mujeres ilustres. La compañía lo ha hecho en una parcela de su propiedad que contenía una obra del artista local Manuel Enrique Ramírez Vega. “Este hecho se ha producido tras los trabajos de consolidación y limpieza que Endesa ha ejecutado en el muro exterior de esta parcela. Ha procedido a pintar el muro, eliminando con ello de forma total la obra artística allí desplegada”, ha explicado en redes sociales el consistorio triguereño, que ha rechazado esta acción por entender la Endesa “no ha dado la consideración que merece esta obra de arte”.

¿Explotan las bombonas? Si hicieramos una encuesta y preguntásemos cuál el elemento más peligroso que tenemos en nuestras casas, la gran mayoría diría sin duda que la bombona de butano. En el imaginario colectivo, este pequeño depósito de gas más que bombona se considera una auténtica bomba que, a poco que nos descuidemos, hará saltar el edificio por los aires. Eso es lo que alimentó el miedo este jueves en la barriada del Torrejón, donde un individuo se atrincheró en casa amenazando con hacer explotar tan tremendo artefacto –como si estos tuvieran un botón para ello–, precisamente porque sabe el terror que infunde en el ciudadano de a pie esta posibilidad que no consideramos ni mucho menos remota. Pero, ¿qué probabilidades hay de que esto ocurra? De entrada, los expertos aseguran que las bombonas de butano, sencillamente, no explotan; lo cual no quiere decir que no sean potencialmente peligrosas, claro está. Para que esto ocurra es necesario que se encuentren bajo circunstancias muy extremas. Además, la forma en la que están construidas y por el propio material, las bombonas no dispersarían metralla si llegaran a reventar. Lo que podría ocurrir, eso sí, es que se abran por alguna de sus ‘costuras’, las soldaduras, dejando así expandirse al gas que contiene (12,5 kilos, comprimido a unas 250 veces su volumen en el exterior). Pero para que eso suceda, como decimos, deben exponerse a temperaturas realmente altas –un potente incendio– y durante un periodo de tiempo relativamente largo. Y antes de que eso suceda entrará en acción una válvula de seguridad que se encuentra en el lateral de la boquilla gracias a la cual, si se ve afectada por un incendio, el gas licuado se expandirá, aumentará la presión abriendo esta válvula y dejando escapar el gas, que sí, probablemente se inflamaría en contacto con las llamas, pero la bombona no explotará, salvo casos extremadamente raros dentro de estas circunstancias –las de un incendio de gran intensidad–, ya de por sí excepcionales. Así que si su vecino les amenaza con hacer explotar una bombona de butano, tómeselo con calma, porque es bastante posible que no sepa cómo hacerlo.