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El runrún: Efectos colaterales en la Mesa de la Ría
Aquí no hay absolutistas ni liberales ni partidarios de Carlos María Isidro de Borbón ni de Isabel II de España, pero el calificativo de guerras carlistas no es del todo desacertado. El lío sucesorio que se anda desarrollando en estos días entre Yolanda Cabezas y Paco Romero da como para una película y para nada es estéril, pues dos personas ya se han quedado en el paro a cuenta de lo ocurrido.

La lucha abierta por la sucesión de José Pablo Vázquez Hierro en el Ayuntamiento de Huelva tiene efectos colaterales muy claros. El que finalmente no sea la Mesa de la Ría y su elegido en asamblea, Paco Romero, quien ocupe el puesto de edil, sino la número 2 en la lista, Yolanda Cabezas, ha provocado que dos personas vayan a la calle. Al ser Cabezas edil no adscrita a ningún grupo político esto significa la disolución del grupo municipal. En él trabajaban dos personas y para más Inri una de ellas es una mujer embarazada de siete meses.
Guaseo con Toni. Lo ocurrido en la no perpetrada Procesión Magna aún colea y aún se buscan explicaciones y hay debate abierto en el mundo cofrade onubense. Como siempre se buscan culpables y se saca punta a diferentes momentos acaecidos en el caos general. Hay quien se lo ha tomado también con sentido del humor y se ha relacionado al presidente del Consejo de Hermandades, Antonio González 'Toni' y los retrasos de horarios. En una imagen con mensaje que circula por las redes se puede ver al máximo representante de las hermandades con el siguiente diálogo: Pero presi... eh.. piensa en dimitir?? y la contestación es Voy a retrasar mi respuesta una hora o dos o tres o cuatro.... Está claro que hay decisiones y momentos que no se pueden retrasar ni acciones que se puedan improvisar. Seguro que como todo, siempre se aprende algo, y a la próxima el plan B estará incluso más detallado que el A, por lo que pueda pasar...

Huelga para unos y vacaciones para otros. Las calles de Huelva vivieron este jueves una jornada especial con la manifestación de numerosas personas contra la reciente aprobación de la reforma educativa Lomce, llevada a cabo por el Gobierno central. Con esta protesta, que según algunos datos convocó a unas 4.000 personas, se ponía el punto y final a la huelga general iniciada en la enseñanza el pasado martes. Unos días intensos para muchos alumnos, padres, profesores y personal relacionado con la comunidad educativa. La manifestación del jueves podría haber sido más concurrida sin algunos alumnos no hubieran decidido aprovechar la circunstancia para hacer puente, decidiendo que lo mejor era tomarse una semana ‘sabática’, aunque el viernes sí estuvieran las aulas abiertas. Así se ha dejado notar en la Universidad de Huelva, donde hoy la asistencia a clase ha sido más minoritaria que lo habitual. Pensándolo bien, quizás el puente se alargue esta semana también para alguno, pues el próximo viernes sí está declarado puente oficial. Luego, sólo tendrán que pedir los apuntes a esos compañeros que sí fueron a clase, y que aprovecharán la ocasión para contarles qué tal estuvo la manifestación. Está claro que nunca llueve a gusto de todos y que los estudios cada uno lo lleva a su manera.
Alarmismo absurdo sin reflexión. No es la primera vez que pasa y probablemente no será la última. Este jueves se extendió un bulo que corrió como un reguero de pólvora acerca de un escape falso de amoniaco en el Polo Químico. Hubo quienes prefirieron creer lo que le llegaba por whatsapp, con vídeo y todo, a cualquier otra fuente más fiable y la situación fue caótica. El 112, que está para recibir llamadas de emergencias, se quedó colapsado de tanta gente que estaba llamando para preguntar si era verdad ese supuesto escape, lo que evitó que quien necesitara de verdad llamar ante un accidente o cualquier otra situación complicada se viera desasistido. Al final tuvo que salir el Consorcio de Bomberos, a quien muchos también estaban dirigiendo sus preguntas, quien tuvo que desmentir el bulo, algo que en muchos casos no es recomendable, porque añade fuego a la gasolina, pero que en este caso afortunadamente funcionó y convenció a más de uno. Los apocalípticos siguieron pensando igual, pero la gente con sentido común atendió a razones. Si se informó por la mañana de un incendio en la planta de Fertiberia de Palos por parte de la Junta de Andalucía y no se dijo nada más ¿es raro pensar que realmente no había nada más? ¿Tan malos y repletos de oscuros intereses estamos los medios de comunicación de Huelva como para no contar una catástrofe de la magnitud que se estaba diciendo si fuera verdad? Seamos serios. Además se dio la coincidencia de que había dos simulacros en fábricas del Polo, que se convirtió en algunos casos en elementos con los que dar más pábulo a las teorías conspiranoicas. Huelva podría haber sido un segundo ensayo de la Guerra de los Mundos y se habría desatado la histeria con el miedo y la desinformación como molinos convertidos en gigantes. Otra cosa es que con la cabeza fría, y con las alarmas infundadas fuera del pensamiento, nos pongamos a reflexionar si las autoridades, las administraciones y las empresas, se han parado alguna vez a explicar a la ciudadanía cómo van a comunicar de manera inequívoca si se produce lo que todos esperamos que no pase nunca y qué protocolo hay que seguir, al igual que la gente que vive en San Francisco o Japón sabe perfectamente que hacer cuando se produce un seísmo. Está claro que vivimos sentados en una bomba, pero no prendamos una mecha que no existe. Por lo menos ha habido quien, dentro de la multitud, ha tenido la decencia de pedir perdón.
