confidencial
El runrún: La cultura del súper
Otras veces, en tantos otros sitios, fue el turno de los cines, o de los bares. En esta ocasión le ha tocado el turno a una biblioteca, a la tradicional Casa de la Cultura de Punta Umbría, que de la noche a la mañana ha visto cómo sus estanterías repletas de libros se han llenado de latas de conserva y rollos de papel higiénico sin que muchos de quienes durante muchos años hicieron de este centro municipal un lugar de encuentro se percataran de su transformación.

Es cierto que la construcción del nuevo centro cultural, junto al Teatro del Mar, dejó a este edificio huérfano de todo lo que significó para la vida de muchos, entonces algo más jóvenes, puntaumbrieños y onubenses. También es cierto que el nuevo inmueble es más moderno y seguramente más adaptado a los nuevos usos que debe tener una infraestructura de este tipo. Sin embargo, todo ello no ha impedido que muchos de ellos sufrieran un ataque de nostalgia después de que nuestro compañero Julián Pérez publicara en su página de Facebook una fotografía del viejo edificio donde se ve en lo que se ha acabado convirtiendo la tradicional biblioteca de Punta Umbría. Algunos intuían que algo así podía ocurrir tarde o temprano y aunque hay quien ve en este cambio de uso el desprecio del Ayuntamiento hacia todo lo que huela a cultura, lo cierto es que no deja de ser una perfecta metáfora de los tiempos que nos ha tocado vivir.

