El runrún: 40 de puertas para adentro

Así lo han expuesto los propios organizadores del acto –que tendrá lugar el próximo 8 de enero y en el que la participación es libre-, que han advertido de que el aforo permitido del local, de 40 personas, no puede superarse en ningún momento, pues parece ser que la Junta estará bien atenta y no piensa pasar ni una por alto. De hecho, desde el entorno del 1900 se habla de insinuaciones “veladas” por parte de la administración andaluza sobre la posibilidad de precintar el local sobre la marcha si esta medida se incumple. Pero como los impulsores de esta ‘fiesta de la cultura no oficialista’ están decididos a llevarla a cabo, ya han buscado remedio: de puertas para adentro no podrá haber en ningún momento más de 40 personas, pero el resto de asistentes –se esperan muchos más- podrán aguardar su turno fuera, pues se tramitarán los permisos necesarios para legalizar la concentración de personas en la calle. La cuestión es  no liarse con las cuentas y respetar este punto para tener la fiesta en paz.

Sabina se deja atrás Huelva. Es siempre uno de los artistas más esperados, y aunque hace poco daba el susto en Madrid, parece que seguirá al pie del cañón durante los próximos meses, aunque en su andadura se vaya a saltar Huelva. Joaquín Sabina recorrerá los escenarios de España con motivo del aniversario de uno de sus mejores trabajos, ’19 días y 500 noches’, pero por ahora no tiene  previsto hacer parada en tierras onubenses. Vale que la representación ‘huelvana’ ya la lleva encima del escenario, en el que la acompaña como voz femenina la cantante onubense Mara, pero seguro que son muchos los que se quedan con las ganas de volver a verlo por aquí, donde sí acudió con su última gira española. Para consuelo de estos, Sabina sí ofrecerá conciertos en ciudades como Sevilla o Málaga, así que siempre se pueden dar el salto.

Pre-Nochevieja en el centro. ¿Lo reconocen? Efectivamente, es una de las vías peatonales del centro de la capital, concretamente la calle Gobernador Alonso, junto a la plaza del Gran Teatro. En días como éste de fin de año, o como el de Nochebuena, se convierte en un auténtico hormiguero humano donde cientos de personas se reúnen para pasar las últimas horas antes de las campanadas. No hay nada especial —más que la fuerza de la costumbre— que atraiga a tal multitud a este punto concreto de la ciudad, y los bares que allí se encuentran no son diferentes de los de las calles vecinas. De hecho, muchos grupos se reúnen aquí para hacer botellón aprovechando la manga ancha de las autoridades en Nochevieja. Sin embargo, hay tanta gente que a más de uno le gustaría que el ambiente estuviera un poco más repartido, como podemos comprobar en este tuit que nos sirve para cerrar el año.