confidencial
El runrún: Serafín x Dios regresa a sus raíces
Su historia, ya la conocemos, es la de un tipo corriente que ha querido dedicarse al mundo del espectáculo sin rendir cuentas más que a él mismo. El gran público, elemento esencial de la industria de la música, nunca le ha interesado lo más mínimo.


Podemos marca el camino –y pone orden-. Los miembros de Podemos Huelva y de todas esas candidaturas que se ha presentado a las últimas elecciones en la provincia bajo el paraguas de la formación morada –que no concurría con sus siglas a estos comicios municipales- han recibido este viernes una visita de altura: la del número 3 de la organización a nivel nacional, Sergio Pascual, secretario de Organización. Junto al secretario político de Podemos en Andalucía, David Benavides, Pascual acudía a Huelva para impartir un taller en materia organizativa a los concejales electos, pues muchos de ellos son noveles en esto de la política. Pascual ha venido a ofrecer consejos y algunas pautas para ayudar, claro, pero seguro que también a algo más, teniendo en cuenta lo revueltas que han estado las aguas en Podemos Huelva, con un enfrentamiento manifiesto entre la Secretaría General y el Consejo Ciudadano de un lado, y buena parte de los círculos de la capital de otro. Muchos sospechan que a lo que venía el secretario de Organización en realidad era a poner orden, y ahora falta conocer si lo ha hecho y en qué sentido, pues la candidatura de la capital –y de la que ha resultado un concejal electo, Jesús Amador- no contaba con la ‘bendición’ del sector oficialista, aunque sí recibió el respaldo de la secretaria regional, por ejemplo. Con luchas intestinas encalladas y denuncias y expedientes en uno y otro sentido, ahora queda conocer hacia qué lado inclina la balanza la dirección de Podemos.

Huelva, sin pitos. Tras la última polémica por la pitada al himno nacional en la final de la Copa del Rey de fútbol, podemos afirmar que la afición onubense no saldrá en los informativos por el mismo motivo. En el partido disputado este viernes en el Palacio de los Deportes de la capital entre la Selección Española de baloncesto femenino y la australiana, el público ha demostrado que en Huelva el himno no se pita. Bien se escucha respetuosamente, bien se tarerea o, incluso, se canta con esa letra que todos aprendimos en la infancia, pero los abucheos afortunadamente no lo gastamos por estos lares.
