Confidencial
El runrún: Pedida de matrimonio entre coches
Unos piensan que el romanticismo ha muerto y otros que el amor todo lo puede y las mayores locuras se hacen por él. Es por ello a unos sorprenderá y a otros no que de vez en cuando se sucedan declaraciones de amor originales y poco tradicionales, aunque siempre llega alguna que rompe moldes y recientemente en Punta Umbría se ha dado una de ellas.
Imagínense la escena. Una joven van circulando con su coche por Punta Umbría y al entrar en una rotonda ve que en medio de ella está su novio, que está de pie, ahí plantado, esperando con una pancarta que dice ‘Nere te quiero, feliz cumpleaños’ y una cubitera con champán al lado. Pues eso le ha pasado a Nereida, hija de la cantante Carmen de Alfonso, que en su muro de Facebook comparte el video del ‘momentazo’ que protagonizó Gabi. Éste no sólo felicitó a su novia con esta sorpresa, sino que cuando ella logró dejar el coche a un lado e ir hasta él, aún presa de los nervios, se arrodilló y le sacó un anillo para pedirle matrimonio, entre los vítores de los presentes. Se fundieron en un abrazo, se besaron y descorcharon el champán para brindar por su amor. La que lió el barco. No nos movemos de localidad, pues también en Punta Umbría recientemente ha tenido lugar otro acontecimiento poco habitual. Aquí la cosa no está tan clara y circulan versiones por las redes sociales y grupos de whatsapp a cual más disparatada y divertida. Sea como fuere está claro que si cuando se comete una infracción de tráfico grave se le quita puntos del carnet de conducir de coche al infractor, también debería suceder lo mismo con el dueño de un barco que acabó varado en la orilla, clavado en la arena en la zona de la Canaleta. Según parece los propietarios de la embarcación la dejaron descuidada y a su suerte mientras se ponían ‘finos’ en una comida en un restaurante de la zona y el ‘barquito’ acabó así. O se les olvidó echar el ancla o es que directamente querían llegar a toda costa a pisar tierra firme sin mojarse para ir a almorzar. Consiguieron lo que muy pocos: aparcar en Punta Umbría sin pasar por el parquímetro, aunque devolver la nave al mar tuvo que costar tela marinera, nunca mejor dicho. La afonía de Fito. Si fuera una figura retórica podría ser una aliteración, pero más bien es una figura del mundo de la música que llegó a Huelva el sábado en condiciones regulares para ofrecer su música en el estadio Iberoamericano. Con la honestidad por delante el cantante Fito Cabrales reconoció subido al escenario junto a sus Fitipaldis antes de iniciar su concierto que padecía una afonía que amenazaba con dejarle sin voz. Había acudido a los medicamentos minutos antes en el hotel para combatir este mal y lo cierto es que el hombre demostró ser un artistazo y aguantó el tipo como un león para completar un recital que fue del agrado de sus fans. La que no tenía problema alguno en las ‘cuerdas vocales’ fue su guitarra, que sonó potente y juguetona como siempre entre los acordes del mejor rock.
La que lió el barco. No nos movemos de localidad, pues también en Punta Umbría recientemente ha tenido lugar otro acontecimiento poco habitual. Aquí la cosa no está tan clara y circulan versiones por las redes sociales y grupos de whatsapp a cual más disparatada y divertida. Sea como fuere está claro que si cuando se comete una infracción de tráfico grave se le quita puntos del carnet de conducir de coche al infractor, también debería suceder lo mismo con el dueño de un barco que acabó varado en la orilla, clavado en la arena en la zona de la Canaleta. Según parece los propietarios de la embarcación la dejaron descuidada y a su suerte mientras se ponían ‘finos’ en una comida en un restaurante de la zona y el ‘barquito’ acabó así. O se les olvidó echar el ancla o es que directamente querían llegar a toda costa a pisar tierra firme sin mojarse para ir a almorzar. Consiguieron lo que muy pocos: aparcar en Punta Umbría sin pasar por el parquímetro, aunque devolver la nave al mar tuvo que costar tela marinera, nunca mejor dicho.
La afonía de Fito. Si fuera una figura retórica podría ser una aliteración, pero más bien es una figura del mundo de la música que llegó a Huelva el sábado en condiciones regulares para ofrecer su música en el estadio Iberoamericano. Con la honestidad por delante el cantante Fito Cabrales reconoció subido al escenario junto a sus Fitipaldis antes de iniciar su concierto que padecía una afonía que amenazaba con dejarle sin voz. Había acudido a los medicamentos minutos antes en el hotel para combatir este mal y lo cierto es que el hombre demostró ser un artistazo y aguantó el tipo como un león para completar un recital que fue del agrado de sus fans. La que no tenía problema alguno en las ‘cuerdas vocales’ fue su guitarra, que sonó potente y juguetona como siempre entre los acordes del mejor rock.
