El runrún: Pérez Viguera se despide a lo grande

Funcionario de carrera y licenciado, fue Inspector de Trabajo en Cáceres y Huelva entre 1970 y 1996, director provincial de Trabajo de la mano del primer Gobierno de José María Aznar y a partir de 1999, concejal del Ayuntamiento de Huelva junto a Pedro Rodríguez, donde desarrolló su labor en las áreas de Interior, Recursos Humanos, Presidencia, Relaciones Institucionales, Atención al Ciudadano y Fomento y Obra Pública. Es fácil entender por lo tanto que la comida que se le ha brindado hoy en La Rábida con motivo de su jubilación haya sido multitudinaria, hasta el punto que quienes la han organizado estaban literalmente desbordados. Aunque han sido cerca de 300 las personas que han tomado parte en el homenaje, su mayor satisfacción imaginamos que fue ver que la mayoría de quienes le acompañaron lo hicieron al margen del protocolo institucional. Evidentemente, también asistieron por deseo propio desde el general José Antonio Hurtado –durante nueve años jefe de la Comandancia onubense– a la exdelegada del Gobierno en Andalucía Carmen Crespo, pasando por el socialista José Fiscal, consejero andaluz de Medio Ambiente, por citar solo algunos nombres ligados al ejercicio de la vida pública. Ventajas de quien hizo bandera del respeto al adversario político. La mayoría, sin embargo, eran compañeros de trabajo, representantes de asociaciones de vecinos, o sencillamente amigos que Enrique ha ido haciendo a lo largo de su vida. Desde aquí, nuestra enhorabuena con el deseo de que disfrute a partir de ahora de un buen merecido descanso y, cómo no, le animamos a que siga siendo –como así nos consta– uno de nuestros más fieles lectores.

El gorrilla confidente (e increpado). La escena se producía en la mañana de este miércoles a las puertas de la Audiencia, donde estaba citado a declarar el que fuera delegado de Empleo de la Junta en Huelva, Eduardo Muñoz. El interés de la prensa era obvio y estaba más que justificado: con dos detenciones a sus espaldas y señalado como uno de los supuestos protagonistas del fraude de la formación en Huelva, lo lógico era el revuelo mediático. Pero Muñoz no sólo se ha negado a declarar ante el juez, sino que tampoco –ni mucho menos– ha hecho amago de atender a la prensa; al contrario, ha intentado esquivarla mediante artimañas, tratando de evitar la puerta principal de los juzgados. Suerte que estaba al quite un gorrilla de la zona que en esta mañana se ha erigido como confidente de la prensa y le ha dado el ‘soplo’ para que, al menos, hubiese imágenes. El gesto en pro del derecho a la información –recordemos que no es de la prensa, sino de la ciudadanía en general- tuvo sin embargo represalias para con el gorrilla, que fue reprendido e increpado de muy malos modos por una de las personas que acompañaba a Muñoz. Se ve que el señor tenía mucho interés en que la salida de su amigo fuese discreta y se la ha liado al gorrilla… Pues para él, además de su gozo en un pozo, el papel de antihéroe de esta historia.

Cuando Bud Spencer vino a Huelva. Estos días son muchas las personas que han dedicado parte de su tiempo para recordar a Bud Spencer, actor que se hizo famoso en el cine por repartir tortas y puñetazos como pocos junto a su inseparable compañero Terence Hill. En los informativos de radio y televisión, la prensa y las redes sociales, ha estado presente este gigantón barbudo, que tuvo una polifacética vida. En Huelva también se han acordado de este mito del celuloide, pues aunque muchos no lo recuerdan, Bad Spencer estuvo en la capital onubense una vez. Fue en el año 1997 con motivo de la celebración del Festival Internacional de Cine Iberoamericano. Ayer el Twitter oficial de la muestra onubense lo recordaba con una imagen en la que aparecía con la actriz española Mabel Lozano. Ésta contestaba al tuit y decía que precioso recuerdo de Bud Spencer en el estreno de la película de Eduardo Campoy en vuestro festival .