CONFIDENCIAL
El runrún: Nuevos ‘inquilinos’ en La Canaleta
Este fin de semana, y por segundo consecutivo, dos hombres se han ver dejado por los aparcamientos de la zona de La Canaleta de Punta Umbría. No estamos hablando de dos veraneantes habituales. Se trata de unos nuevos 'gorrillas', que han aprovechado la última quincena de agosto para ganarse un dinerito extra.

La medida no ha sentado demasiado bien a muchos vecinos, que han visto como una de las pocas zonas exentas de pago en la localidad, anexa al aparcamiento de tierra en el que sí hay que pagar, está ahora custiodada por dos individuos hasta ahora desconocidos. Además, y según cuentan algunas personas, estos hombres han hecho de La Canaleta su lugar habitual de residencia, y en la plaza del Monumento al Marinero se ha podido ver una colchón, acompañado de una sombrilla, donde presumiblemente pasan sus momentos de descanso. No sabemos si el Ayuntamiento de la localidad está al corriente de este hecho y si va a tomar alguna medida al respecto, pero la presencia de estos 'gorrillas' ya ha provocado algún que otro percance y más vale atajar pronto el asunto antes de que de la cosa llegue a más.

Ciudadanos peligrosos. No hay manera. Está demostrado que no hay campaña de concienciación que pueda con los malos ciudadanos. Cuando aún no hemos conseguido que la mayoría de los onubenses sean capaces de separar los residuos y depositarlos en los diferentes contenedores instalados para ello, todavía nos encontramos comportamientos mucho más preocupantes, donde está en juego no ya el reciclaje y la optimización de los recursos naturales, sino la salud de todos. Hasta hoy creíamos que era de dominio público el peligro potencial que entraña el abandono en plena calle de una batería de coche, compuesta principalmente por plomo y ácido sulfúrico. El poder contaminante de ese metal pesado lo explica claramente la Organización Mundial de la Salud: “El plomo es una sustancia tóxica que se va acumulando en el organismo afectando a diversos sistemas del cuerpo, especialmente al sistema nervioso, con efectos especialmente dañinos en los niños de corta edad. Se estima que en los niños la exposición al plomo causa cada año más de medio millón de nuevos casos de discapacidad intelectual, y provoca la muerte de 145.000 personas, especialmente en zonas subdesarrolladas del planeta. ¿Podríamos incluir a Huelva en esta categoría? Probablemente no, pero a la vista del ‘regalo’ que algún idiota hizo hoy a su ciudad –lo dejó junto a un contenedor de la Palmera, en vez de depositarlo en un punto limpio, como corresponde–, cabría preguntarse si no nos lo merecemos.

¿Se irá José Alonso? El viernes el Recre sólo inscribió a 11 jugadores para el debut liguero en Marbella en el sistema informático de la Real Federación Andaluza de Fútbol, y este lunes por la noche la cosa sigue igual, dando la impresión de que Pablo Comas apurará hasta el viernes para que el Decano pueda disponer de más futbolistas para el estreno en el Nuevo Colombino ante el Real Jaén. Todavía no están inscritos fichajes como Luzardo, Cantero y De Vicente, además de jugadores que ya estaban en la plantilla la pasada campaña, como Ernesto Cornejo o Cristian Fernández, ni tampoco otros con los que el club albiazul no cuenta a nivel económico, caso de Dani Sotres y Rubén Mesa. Pero quizás el caso más sorprendente el es del central puntaumbrieño José Alonso, que habría venido muy bien en el choque de Marbella, y más viendo como los goles costasoleños llegaron por el centro de la zaga, donde Alejandro Ceballos apenas si disponía de efectivos. El caso es que hay varios clubes, incluso de Primera División para su filial, que quedaron prendidos del buen rendimiento del joven central en los encuentros que disputó en la segunda vuelta del pasado campeonato liguero. Así que no estaría descartado que al final el Recre lo traspasara. Más bien Comas, que estará como loco por la música por ingresar dinero de un traspaso ahora que apenas si le quedan unas semanas en el cargo de consejero delegado del Decano. Hasta el final va a seguir lógicamente con la máxima con la que entró en el Recre, que fue para hacer negocio y no por sentimiento.