confidencial
El runrún: ¿Nueva calle en Punta Umbría?
¿Recuerdan la historia que les contamos en junio, la de la calle de Punta Umbría cuyo deficiente rotulado mostraba una placa en blanco lista para que cualquiera la rebautizarla con el nombre que más le apeteciera? Pues dicho y hecho.

Tuvo reflejos el Ayuntamiento y enseguida se encargó de colocar a esta transversal de la avenida del Océano su correcta denominación: calle Nutria. Realmente lo que hizo, y aquí radica el problema, es poner pegatinas; un sistema que suponemos más barato que el de la impresión -quizá más caro a la larga- pero que tiene un inconveniente: dura muy poco. En el caso de este rótulo, ni un verano, como vemos en la imagen, captada recientemente. De hecho, es posible que el ‘despegador’ de letras haya visto la ocasión perfecta para dedicar una calle de la localidad a, quien sabe, su novia, su madre o su hija.
Triste destino. Quienes se muevan con cierta asiduidad por Twitter y Facebook habrá constatado la frecuencia con que aparecen mensajes donde se alerta del sacrificio masivo (e inminente) de perros en cualquier perrera, sea o no de Huelva. En la mayoría de los casos, queremos suponer, están publicados por personas que sufren con el padecimiento animal y pretenden evitar estas muertes o al menos el mayor número de ellas. Hacemos referencia a este tipo de mensajes porque una barcelonesa (Mónica Ramírez por más señas) nos ha hecho llegar su particular llamamiento a quienes puedan salvar a estos perros de su triste destino.
Está llegando a todos los puntos de España un llamamiento de los vecinos de Valverde ante la amenaza expresada por la perrera (o perrera-matadero si se me permite) sobre el inminente sacrificio masivo anunciado por este centro. Supongo recordarán la concentración realizada por los vecinos en las puertas de la perrera hace un tiempo ante el sacrificio de una gran cantidad de animales, a pesar de haber sido ya reservados por varios animalistas. Sin dar tiempo a nada, al ir a recogerlos se encontraron con que ya les habían sacrificado. Les rogaría se hicieran eco de esta petición de vecinos y animalistas para que el Ayuntamiento revise la gestión que se está llevando a cabo en esta perrera. Cada día más y más municipios se declaran “amigos de los animales”. La sensibilidad de la población va en aumento. Y Valverde se queda atrás, en el concepto de matadero, sin políticas de fomento de adopciones, campañas de esterilización o cosas semejantes. Todo el trabajo que el Ayuntamiento no puede (aunque debería) realizar recae sobre voluntarios del bienestar animal.
Desconocemos si el proceder de los responsables de la perrera de Valverde ha sido tan cruel como nos cuenta esta lectora, pero en cualquier caso aquí dejamos su llamada de auxilio. Quizá aún sea posible dar un nueva vida a cualquiera de estos animales.
Argentina, a grito pelado. Nos ha llamado la atención los mensajes que algunos lectores han dejado en nuestro periódico quejándose del ruido que la noche del martes llegaba desde la plaza de Merced, donde actuaba una de nuestras artistas más reconocidas, la cantaora Argentina. Es evidente que no posible contentar a toda una ciudad de casi 150.000 habitantes, pero tras conocer que el alto volumen del primer concierto de las Fiestas de la Cinta permitía oírlo perfectamente incluso desde el barrio de San Sebastián -así nos lo aseguran, así que para qué hablar de propio entorno de la Merced o El Molino- y teniendo en cuenta que el calor obliga a la mayoría a dormir con las ventanas de par en par, quizá no sea mala idea recortar en unos cuantos watios la sonorización de los conciertos.