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El runrún: ‘Rodri’ se suma a los dedos acusadores
Han sido muchos los que a lo largo de la jornada de este miércoles, desde que se conociese la noticia de la muerte de Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia y senadora, han levantado su dedo para acusar a los medios, las redes sociales y la opinión pública general poco menos que de haber provocado el fallecimiento.

Entre ellos se encuentra el también exalcalde de Huelva, Pedro Rodríguez. Entendemos que muchos de ellos -como afirma hacer el propio ‘Rodri’- hablan desde la desolación y la impotencia que les ha generado la noticia del fallecimiento de alguien estimado, pero lo cierto es que no parece muy lógico culpar a la prensa y los ‘tuiteros’ de la muerte de una señora que se ha mantenido en el candelero –aún imputada y aún cuando su propio partido le solicitó una ‘discreta retirada’- porque ha querido y, por tanto, se veía capaz de acatar las críticas. “¿Qué estarán pensando ahora los propietarios de los grupos mediáticos que tanto daño le han hecho, hasta conseguir que su corazón no haya podido aguantar más?”, llega a preguntarse en una entrada en su perfil de Facebook Rodríguez, que no se ruboriza –insistimos, tal y como han hecho otros muchos- en achacar el fallecimiento de la exalcaldesa a los medios. Igual es para replanteárselo con la mente más fría, y entender que la fiscalización de la vida pública es algo a lo que están sometidos quienes optan por ella.
El real encuentro de Vilaplana. El obispo de Huelva, José Vilaplana, tuvo ocasión de conocer el pasado martes al Rey Don Felipe durante la visita del monarca y de la reina Letizia a la sede de la Conferencia Episcopal Española, institución eclesiástica que está celebrando su 50 aniversario. A su llegada, el Rey fue recibido por innumerables autoridades tanto religosas (encabezadas por el cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la CEE, Ricardo Blázquez), como civiles (entre ellas la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría). Entre los religiosos ‘de a pie’ estaba el prelado onubense, que aunque muchos no lo sepan no es un extraño, precisamente, en el organigrama de la institución encargada de organizar la red pastoral española, ya que de 2005 a 2011 fue presidente de la Comisión Episcopal del Clero, en sustitución del hoy cardenal Carlos Osoro, una prueba de lo bien considerado que está el obispo en las altas esferas eclesiásticas del país.
Las cifras locas del Festival. Cada vez que finaliza una nueva edición del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva toca hacer balance y la tendencia natural es comparar con ediciones anteriores, aunque ya sabemos que cada una tiene sus connotaciones y el 'sello' de su director. No dudamos que Manuel H. Martín ha realizado el Festival más digno posible, y más teniendo en cuenta que el presupuesto económico de la muestra sigue menguando. La herencia del criticado Pedro Castillo está ahí, que a su vez ya se encargó de criticar la herencia recibida de Eduardo Trías, no tan discutido como su sucesor en su momento. Al margen de eso, el éxito de un festival se suele calibrar en atención a su calado en la ciudad y la forma de medirlo es en el número de espectadores que además de vivir la muestra en sus actos callejeros se adentran en las salas de cine para ver alguna de las películas, cortos o documentales que se proyectan. Y al parecer entrar ahí es verse en medio de una batalla de cifras en las que ni la propia organización tiene claro cuáles son las reales. La actual defiende sus cifras, 28.000 espectadores, y aseguran que están orgullosos. El pasado año se habló de 40.000 asientos ocupados, es decir más de 10.000 personas más. Lo que pasa es que esta cifra, aunque nadie lo diga a viva voz, supuestamente fue directamente inflada o inventada por la organización anterior, según han comentado a huelva24.com voces autorizadas. Pero nadie se atreve a poner el dedo acusador, aunque la cifra oficial es la que referimos, por lo que el descenso está ahí, de momento hasta que se demuestre lo contrario. No obstante, podría dejar de ser oficial, puesto que esta asistencia está siendo auditada de nuevo para conocer cuál fue la cifra real. En fin, que lioso es un rato el asunto y mientras se aclara todo pues queda lo que hay ahora. Para cada cual al final un festival tan sentimental como el onubense, y que tantos recuerdos trae a muchos, se compone de momentos que le marcan y le gustan más o menos, películas que le llegan más un año que otro y otros aspectos. Lo importante, es que siga habiendo festival y si se puede mejorar, pues mejor que mejor.