SEMANA SANTA > MARTES SANTO
¡A la calle! Las hermandades asumen el riesgo de lluvia para ofrecer un Martes Santo completo
13.31 h. ACTUALIZADO 23.55 h. Amenazaba la lluvia con dejar a Huelva sin su ansiado Martes Santo, y aunque todas las predicciones hablaban de una tarde complicada, las hermandades no se resignaron a dar la jornada por perdida y plantearon la posibilidad de salir con retraso sobre la hora prevista. A minutos de las seis y media, la Hermandad de la Salud era la primera en decidir que se echaba a la calle, y las otras tres hacían lo propio poco después.


Con la duda hasta el último momento, estudiando al milímetro todos los partes meteorológicos. A las seis y media en punto la Hermandad de la Salud confirmaba la decisión que ya se venía respirando en el ambiente: se iba a la calle. Hemos tomado la decisión de echarnos a la calle, se anunciaba a los hermanos, a los que se pedía además mucha cautela y responsabilidad si se diese el caso de que la lluvia los sorprendiese en la calle.

Pese a que las predicciones iniciales eran de bastante agua, lo cierto es que el Martes Santo resultó mucho menos lluvioso de lo esperado, por lo que tras retrasar la hora inicialmente prevista -las 15.15 h.- y conminar a aguardar hasta las 18.30 horas, la cofradía consideraba asumible el riesgo, que no había desaparecido del todo.
Así, bajo un cielo azul aun salpicado de nubes, los ojos verdes del Cristo de la Sentencia iluminaban a la multitud que se había congregado en Pérez Cubillas con la esperanza de vivir un nuevo Martes Santo tres años después y tras una accidentada jornada de lunes.

Con la decisión de Sentencia, todo el horario previsto para esta jornada de Martes Santo se retrasaba una hora. Por ello, en un comunicado hecho público a mediodía por la hermandad, la Junta gestora quiso agradecer a las demás hermandades de la jornada por su buen entender y comprensión con esta hermandad, retrasando (en principio) toda la jornada de Carrera Oficial una hora.

Por su parte, la 'segunda' de la tarde, la Hermandad de la Lanzada, también se ponía en la calle con cierto retraso sobre la hora señalada, pero con la misma ilusión que si lo hubiese hecho puntual. Tras la previa del Viernes de Dolores y pese a que en Las Colonias precisamente a esa hora chispeaba -también pasaba en Pérez Cubillas cuando el Señor de la Sentencia abandonaba el templo-, pasadas las 19.15 horas la cruz de guía atravesaba la puerta de la parroquia anunciando que la hermandad se lanzaba al Martes Santo.

Un Martes Santo que tampoco quiso perderse la Hermandad de los Estudiantes, que optó por retrasar media hora más su salida para tratar de evitar el riesgo de chaparrones. No hicieron acto de presencia, aunque alguna nube rebelde sí refrescó a los que esperaban en San Sebastián, que tuvieron como recompensa finalmente la salida de sus titulares.
Lo hacía en primera instancia el Cristo de la Sangre sobre un vivo monte de lirios morados, y poco después el palio de la Virgen del Valle, que marchó diligente hacia su abrazo con el corazón de la ciudad.

La última en echarse a la calle, ante una plaza de San Pedro abarrotada pero en la que tampoco faltaron los paraguas, fue la Hermandad de Pasión, que apuró hasta las 20.30 horas para tratar de minimizar al máximo el riesgo. Ante el público expectante comenzó a discurrir la marea de morriones morados con la que se confirmaba un Martes Santo completo en la capital.

Que ya tocaba.