Semana Santa
Los sonidos de la Madrugá
Cuántas veces he soñado que mi hija Ángela, de apenas 17 meses, me hacía preguntas sobre la Madrugá con ese querer conocer todas las cosas que tienen los niños. Cuántas veces lo habré soñado y en todas el mismo temor. El de no saber si la respuesta será la que ella espera. Sólo pido que si alguna vez llega el día y mi cabeza no sabe qué decir, el corazón tome la palabra y me saque del aprieto.
- Papá, ¿A qué suena la madrugá?- Pues verás hija, la Madrugá suena a golpe seco de martillo, a oración desde las trabajaderas, a racheo apresurado pero sin prisas y al crujir de las puertas de la Concepción a las cuatro de la mañana. La Madrugá suena a cruz de guía y marcha real, a oración hecha saeta desde los balcones del cielo, al goteo de cera en las aceras, a llamadita corta, a nazareno descalzo y al siseo del viento entre capirotes moraos. - Pero papá así suena nuestra Semana Santa, no sólo la Madrugá. ¿Qué la hace distinta entonces?- Pues el sonido de la Madrugá es distinto porque todos somos distintos ese día. La Madrugá suena al luto de una madre golpeando los caireles contra varales y bambalinas, la Madrugá suena al silencio de una Carrera Oficial abandonada, al chirrío de las sillas, al silbido del tren de la Plaza Niña y al canto de las Hermanas de la Cruz. La Madrugá, Nuestra Madrugá, suena a canto de Esperanza, suena a alba, a Casa Hermandad, a piedra camino del Calvario y a revirá eterna. La madrugá suena al rezo de los músicos en calle bocas, a filas de músicos rompiendo filas, a “Nuestra Soledad” hecha música. Pero sobre todo la Madrugá suena a Nazareno. ¿A qué si no puede sonar la Madrugá?- ¿Y esas historias que yo escuchaba de pequeña sobre la calle Marina son ciertas?- Claro que sí. Allí el sol le toca la cara, y eso también es música. allí la Madrugá suena distinta. Suena a chicotá corta, a desvelo, a seguirilla entre balcones, a palmas, a despedida, a promesas de volver a estar el año que viene, y el otro, a lágrimas y a recuerdos. No sé si has entendido hoy algo Ángela. Lo que he querido decirte es que Nuestra Madrugá suena a cornetas derramando melodías, a tambores rugiendo arte, a sinfónica armonía, a sueño hecho madrugá y a Estación de Penitencia.- ¿Y nuestra música a qué suena?- Nuestra música… simplemente a Cirineo.
David Macías Gómez es director de la Banda de Nuestro Padre Jesús Nazareno.