Espléndida Consolación para el Jueves Santo

La lluvia que salpicaba la puerta del Convento de lasReverendas Madres Agustinas a las siete de la tarde no hacía presagiar nadabueno pero, aún así, la gente se apostaba en sus alrededores, mirando al cieloy rogando por que la lluvia amainase. Los paraguas servían de refugio pero erainevitable y hasta los más optimistas sabían que, de echarse a la calle, la Hermandadde la Buena Muerte tendría que hacer uso de la hora de moratoria. El anuncio nose hizo esperar pero, en vez de desanimar a los cofrades, atrajo a nuevosonubenses a las puertas del convento, que a la hora señalada estaba repleto.

Las plegarias fueron escuchadas y, por fin, una vez cumplidoel tiempo concedido por el Consejo de Hermandades, el martillo sonó en la calleTres de agosto. Un cortejo inundado de niños comenzó su discurrir, y los sonesde la banda de Cornetas y Tambores San Sebastián de Tomares –una de lasnovedades de la cofradía para este 2012- anunciaron que el Cristo de la BuenaMuerte se disponía a conquistar Huelva. Abriéndose paso como podía entre lamultitud, la cuadrilla de costaleros del paso completó una salida limpia,salvando un escenario especialmente difícil.

Los aplausos no se hicieron esperar y la paciencia de todosse vio recompensada al poder contemplar la imagen del Cristo de la Buena Muerte–que será enviado a restaurar después de esta Semana Santa, junto a la titularmariana de la cofradía- sobre un precioso monte de claveles rojo pasióncontrastando con la plata del paso, en el que también se ha podido ver elenésimo gesto de solidaridad que están teniendo esta semana las cofradíasonubenses con la familia de los dos pequeños desaparecidos, Ruth y José. Así, unolos ángeles que custodian las cuatro esquinas del paso llevaba anudado a sumuñeca un vistoso lazo verde, símbolo de las reivindicaciones que claman por laaparición de los niños.

Tras el Cristo, pronto apareció su Madre, espléndida anteuna más que simbólica cruz vacía. La moratoria favoreció la belleza de laestampa, ya que la Virgen de Consolación se dejaba ver ante Huelva con toda sucandelería encendida. Apareció poco a poco, imponente desde el interior del convento,para mostrarse, rotunda y de una chicotá limpia, ante los ojos de todos.

Pero hoy han decidido tirar de valentía, y a estas horas –y hastalas 23.45 horas, según lo previsto-, pasean todo su fervor por el centro deHuelva.

Reportaje gráfico: M. Carmona / Elisabeth Domínguez