Coronación Canónica Virgen de la Victoria
Un traslado procesional con un fervoroso sabor a Miércoles Santo
18.25 h. Como si de un Miércoles Santo se tratara, Huelva se echó a la calle para recibir a María Santísima de la Victoria que rodeada de cientos de onubenses se encaminó hacia la Parroquia de la Purísima Concepción para vivir los días previos de su coronación canónica.
Cientos de personas esperaban impacientes en los alrededores de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús para acompañar a la Virgen de la Victoria. Poco antes de las 17.00 horas, los alrededores del Polvorín olían al azahar primaveral que recibiría a la protagonista del día, a la Reina del Polvorín. Poco a poco fueron saliendo del templo representantes de diferentes hermandades así como la junta de Gobierno de la Hermandad de la Victoria, y Huelva recibía emocionada a los ciriales que antecedían al paso de la próxima Reina Coronada. Con el repicar de campanas, que duraría hasta que la Virgen abandonara su barrio, y con cientos de cohetes en el cielo onubense, la Virgen de la Victoria recibía los primeros rayos de sol. Los presentes rompían en aplausos cuando la Marcha Real sonaba en honor a María Santísima de la Victoria. Mientras el fervor de los presentes se contenía para acompañarla hasta la Purísima Concepción, en la calle Puebla de Guzmán se producía un pequeño incidente con las varillas de los cohetes que herían (sin gravedad) a algunos presentes al caer del cielo.Con la sabiduría del saber hacer, los hermanos costaleros de la Victoria supieron mecer a su imagen titular para que los presentes disfrutaran de este momento único, que se vería un poco empañado por unas gotas de agua que no llegarían a más durante el recorrido. Como si de un Miércoles Santo se tratara, y con ella como única protagonista, el racheo de las zapatillas del Polvorín inundaron el barrio de la Reina Victoria. Estampas únicas con un sol radiante.
Una marea humana se paseaba delante de ella abriendo paso por la avenida Federico Molina, con Huelva engalanada y los onubenses acompañándola en cada paso la Virgen de la Victoria se acercaba a momentos únicos como los que viviría en el monumento a la Virgen del Rocío, o en la Plaza Niña donde las Hermanas de la Cruz la recibirían con un especial cariño. Devoción, fe, fervor y mucho amor hacia la Virgen de la Victoria han hecho del día de hoy un momento histórico que Huelva recordará con ternura al saber que en días será Coronada por todos los onubenses.
