Jueves Santo

El grandioso rezo animado de la Oración

00.39 h. Huelva disfrutó del imponente y elegante caminar de los pasos de la Oración en el Huerto y Nuestra Madre y Señora de los Dolores, que pese a la aparición durante unos minutos de una llovizna, transmitieron su tradicional rezo animado desde la Iglesia de la Concepción, que creció en sentido en el año de la Fe.

El grandioso rezo animado de la Oración

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Una oración puede ser un rezo, una plegaria, una súplica, una invocación, una comunicación abierta con Dios, entre otras tantas cosas. Quien la practica la entiende a su manera, la desarrolla con sus pensamientos de fondo y sus sentimientos en la voz, exteriorizada o retenida tras los labios. Hay una hermandad en Huelva que duerme bajo el olivo y sueña con un Jueves Santo eterno, en el que comparte con Huelva su rezo dirigido al cielo y se hace madre de los dolores de sus fieles. Y ese día ha llegado y la cofradía de la Vera Cruz ora caminando, recorriendo calles sembradas de tradición, paseando la antigua herencia enriquecida con el tiempo, lo que no ha impedido una lluvia pasajera. 

El grandioso rezo animado de la Oración

A las 19.33 horas se echaba a la calle la hermandad partiendo desde la Purísima Concepción para encontrarse a una multitud paciente y expectante con la tarde perdiendo la luz a cada segundo y las ganas de Jueves Santo y Oración en el Huerto creciendo en el corazón. Minutos después, con varios tramos de penitentes ya recorriendo calle abajo Méndez Núñez, se vislumbraba el brillo intenso del dorado que recubre el paso de la Sagrada Oración en el Huerto, el paso más pesado de la Semana Santa onubense, imponente y rotundo en su caminar.

El paso maniobró hasta cuadrarse bajo el dintel del templo concepcionista. Abiertas estaban las alas del ángel confortador y cimbreaba el olivo con los apóstoles dormidos presas del cansancio a sus pies. En medio el Señor orante se arrodillaba, repleto de dudas y sudores, inseguro pero voluntarioso, dispuesto a hacer lo correcto pese a los temores, arrodillado y con la mirada dirigida al infinito, como pidiendo una señal que le reincida en la dirección de su camino.

Entre aplausos el 'silencio blanco' de la Semana Santa de Huelva se echó a la calle, recibido por una sonora ovación y la marcha real, para comenzar a desplegar sus pasos firmes y seguros, sin dejar de avanzar, caminando con un impulso constante y sobrio, que transmite fuerza, como poderosa es su mensaje de oración en el año de la fe.

También aplaudido era el paso de palio de Nuestra Madre Señora de los Dolores, que señorial y elegante se definió con pasos cortos a través de una nube de incienso materializada en la noche. Frente a la oscuridad creciente se hizo la luz de su presencia, con toda sus luminarias encendidas, sus cónicos adornos florales confeccionados con rosas, las bambalinas nuevas, sus varales plateados, donde resaltaba un lazo negro, y tras revirar para seguir los pasos de su hijo mostró su manto en hojilla de plata, una joya única que otorga un aspecto majestuoso a esta sagrada titular.

El grandioso rezo animado de la Oración

Desapacible llovizna

Sin tener que caminar mucho, la cofradía se adentró en la carrera oficial tras formarse de nuevo para tomar la Placeta y Méndez Núñez calle arriba tras recorrer Mora Claros, Cardenal Albornoz y José Nogales. Precisamente cuando los dos pasos se encontraban en este tramo, donde los palcos repletos posaban sus miradas en el gran cortejo de la cofradía, apareció la lluvia, una leve llovizna que sembró algunos temores. La cofradía incluso colocó un plástico rápidamente sobre la cola del manto de la Virgen. Sin embargo, esos minutos, que se hicieron eternos, acabaron pasando y se pudo seguir disfrutando con la Hermandad y su imponente presencia, grandiosa, que pudo con el mal tiempo para continuar su camino.

Tras carrera oficial la hermandad, que avanzaba con una gran cantidad de monaguillos, se adentró por las céntricas calles que caen a la derecha de la Gran Vía, por Alfonso XII, San Cristóbal y Plaza Isabel La Católica, donde las Hermanas de la Cruz compartieron su oración cantada primero ante el Señor de la Oración en el Huerto y después sobre las 22.15 horas ante la Nuestra Madre y Señora de los Dolores. En estos tramos fue importante y especial una nueva levantá en la calle San Cristóbal por Javi Zamora, nuestro ángel dijo el capataz del paso de misterio, que pidió a su cuadrilla vamos a llevarlo lo más arriba posible.

Después la cofradía continuó por las calles La Paz, Rábida, Murillo, Vázquez López y Gobernador Alonso, haciendo gala de elegancia y saber estar en espacios en los que la hermandad caminó más junta. Tras la calle Rico enfiló la calle Concepción para quedarse a escasos metros de su templo. Con la noche como fondo elegante, las luces silueteaban capirotes, cirios, pasos y sagrados titulares, que alcanzando la media noche, emocionaban a los presentes con la recreación de bellas estampas de luces y sombras. Jesús de la Oracíón en el Huerto entró en Méndez Núñez respaldado por los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno y las miradas encantadas de los fieles hasta alcanzar entre aplausos el interior del tempo de la Concepción. Casi media hora después, se espabilaba la candelería de la Nuestra Madre y Señora de los Dolores, que se agitaba con fuerza primero y delicadeza después tras mandar su capataz antes del golpe del llamador vamos a moverla otra vez, corazón, exclamó. Una ráfaga de flashes se inmiscuyó en las maniobras de la una levantá a pulso dedicada la cuadrilla de costaleros. Con  la Virgen de espaldas a su templo, poco a poco, el paso fue ganando altura hasta alcanzar su punto máximo y avanzar entre la multitud expectante a los sones de 'Soleá dame la mano', despacito, hacia el interior de la iglesia, donde sonó la marcha real para la internada final, que tuvo un leve chispeo como acompañante inesperado. 

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