Lunes Santo

El abrazo del Cautivo

La cofradía de la Hispanidad condujo desde su barriada al centro de la capital a sus sagrados titulares para transmitir la experiencia de la devoción hecha sentimiento de su gente ante el Santísimo Cristo Cautivo, que consiguió una vez más con las manos atadas reunir en un abrazo a los ancianos del asilo y todos sus fieles para desbordar la emoción colectiva, también presente ante María Santísima Madre de la Misericordia.

El abrazo del Cautivo

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Un abrazo es una muestra de amor, de cariño, que implicarodear con los brazos a otra persona y que está a su vez realice la mismaacción. Pero hay abrazos tan sentidos como éstos que van de alma a alma, que seentrelazan sin brazos y que en la distancia se sienten con fuerza. Qué podríaser si no lo que consigue hacer el Cristo Cautivo de la Hispanidad con losfieles que lo miran durante todo su recorrido, especialmente los ancianos delasilo, si el Señor tiene las manos atadas y se puede ver cómo la emoción lescala a sus devotos muy dentro y se derrama por sus rostros. Le consuela y alivia su presencia, les llena el corazón un instante que les deja huella.

El abrazo del Cautivo

El aparente hieratismo de una firme figura, en vertical, sincontradecir ninguna de sus extremidades al tronco, con la mirada al frente,serena, transmite muchísimo más de lo aparente y trasciende a la vida desde sucaminar sobre un monte de claveles rojos clásicos con sus costaleros como pies.Simboliza el amor y dedicación de todo un barrio, el de la Hispanidad, que elLunes Santo siente lo inexpresable y se entrega a la causa de su hermandad paraacompañarle con sentimiento hasta el centro de la capital.

10 minutos antes de las 16.00 horas caían algunas gotas deun cielo con el sol huidizo aunque calentando por encima de la brisa. No fueobstáculo para continuar desenvolviendo el regalo que la cofradía teníapreparado para vivir un día grande. A las puertas de la capilla del SantoCristo Cautivo, la plaza de la Misericordia se llenaba de expectación y anhelo,apaciguados por los sones de la Banda Virgen de la Salud. Dentro del templo elpaso maniobraba tras una primera levantá a cargo de Cristian, un niño de 7 añosnieto de Antonio Coronel, fundador de la hermandad en 1981. El pequeño fuealzado en brazos hasta el llamador y con ganas dio el impulso con su llamada a lacuadrilla, que después con medidas maniobras acabaron enfrentando el paso aldintel del templo. 

El abrazo del Cautivo

El siguiente golpe del llamador con forma de ancla y elescudo del Recreativo incrustado en ella fue una levantá dedicada por elcapataz José Antonio Vargas a los compañeros presentes y los que no podíanestar en este día, que culminó con el encuentro de los rayos del sol con elrostro que vislumbró León Ortega en una de sus últimas obras.

Los vecinos de la Hispanidad se abanicaban y mientrasmiraban con gozo y alegría al Señor, cuyo pasó enlazó dos marchas de virajes yavances para abandonar la plaza y el pasaje del Cautivo antes de desembocar enDíaz del Castillo, con muchas personas de promesa a su estela. Por allí unamujer entonó una saeta y después se juntaron unas lágrimas de emoción alrealizar una levantá José Ramón, un hermano que abandonó el hospital en el queestá ingresado durante una hora para poder golpear el martillo y fundirse en unabrazo con su capataz, que exclamó “¡Vamos al cielo de la Hispanidad!”.

Mientras todo se disponía en la Avenida Santa Marta para lallegada de la cofradía al Asilo de Ancianos de Santa Teresa Jornet, uno de lospuntos álgidos del recorrido de la cofradía, donde se evidenció una vez más lamultitud de sentimientos que hace brotar el fervor popular. Las casas bajas secamuflaban tras el gentío agolpado a sus puertas y también se concentraban losfieles ante los muros del asilo. Arriba, bien colocados en los balcones losancianos personificaban la ilusión con la sonrisa amable que ha vencido a losaños. Desprendieron momentos emotivos y los provocaron en quienes pudieronpresenciar cómo se palpaba la felicidad en ellos con la sola presencia delSanto Cristo Cautivo y María Santísima Madre de La Misericordia, que recibieroncomo ofrendas varios ramos de flores. 

El abrazo del Cautivo

Más sentimiento y emotividad se añadierona la escena con las sentidas saetas de los maestros Mario Garrido y RafaelGarcía, que rezaron con el corazón cantando y que el Señor, quieto y mesado por la brisa, parecía escuchar con atención. La primera de Garrido decía“abuelitos del asilo, Jesucristo aquí está, el pobre viene cautivo para salvara la humanidad”. Como no podía ser de otra forma ambos recibieron una granovación por la calidad y sentimiento de sus voces, que representaron la detodos los fieles en un momento clave.

Pero aunque la estampa clásica y esperada en el asilo colmóde felicidad a los presentes, no fue la única en una procesión repleta defieles que flanquearon el recorrido de la cofradía, que con el buen hacer de sugente llevó al centro su experiencia cofrade. En cuanto aestrenos, el Señor vestía una camisa blanca bajo su túnica morada, mientras queel palio granate de la hermandad enmarcaba la figura de María Santísima Madrede la Misericordia, que en este 2014 cumple 30 años de su creación, realizadapor Enrique Pérez Saavedra. La reina de la Hispanidad vio encendida sucandelería para recibir un extra de luz sobre su rostro afligido y hermoso.Tuvo como acompañamiento la Banda Municipal de Música de Villalba del Alcor,que también dio un realce señorial a su procesionar, que comenzó tras unaprimera levantá en su templo a cargo del comandante de la Marina, que proclamó “fuerza,fe y honor”. Fue agasajada después con una saeta, con ramos de flores, muchasoraciones y sobre todo incontables miradas repletas de devoción, un impulso mágicopara su caminar.

La cofradía transitó por la avenida Adoratrices, Magallanesy Avenida de Andalucía para caminar en línea recta por la calle San Sebastián yentrar en el centro de la capital por Jesús de la Pasión hasta la Plaza de SanPedro, donde se fundió el buen número de cofrades que la esperaban con los acompañantes. Los pasos de la Hermandad del Cautivo continuaron bajando las calles Daoix, Paseo Santa Fe, Puerto, CárdenalAlbornoz y José Nogales, calle a la que llegó poco antes de las 20.00 horas para iniciar su desfile procesional por carrera oficial. Aquí cada parte de la hermandad continuó dando lo mejor de sí como la Banda de Cornetas y Tambores Virgen de la Salud, que enlazó enérgicamente cuatro marchas consecutivas. Al son de ellas se fue meciendo el Señor con categoría, mientras por delante marchaban los nazarenos de hábito morado y capa blanca, anunciando la llegada de sus titulares. Por detrás, sobre las 20.20 transitaba por José Nogales la Virgen de la Misericordia para entrar también en la Placeta.

El abrazo del Cautivo

En carrera oficial El Calvario mostró cómo entiende el mundo cofrade la Hispanidad y dejó impregnado este tramo de la estación de penitencia con su sabor de barrio amante de sus tradiciones. Después el cortejo procesional tomó la calle Cardenal Cisneros y subió por Fernando El Católico, Palos, PlazaQuintero Báez, La Fuente y Plaza de San Pedro para continuar por la calle San Andrés y subir espectacularmente la Avenida Manuel Siurot, ya de noche y con las luminarias de sus cirios marcando el camino bajo los árboles de esta calle en pendiente, que una vez coronada dio paso al descenso de la Avenida de San Antonio, Huerto Paco y la AvenidaSanta Marta para entrar de nuevo en el entorno de su barrio. Por último el Cautivo se paseó por Concepción Rodríguez Garzón, Chucena del Campo, Rubén Darío,Fernando de Villalón, Ruiz de Alarcón y la Plaza de la Misericordia, donde recibió las últimas oraciones cantadas, las últimas muestras de cariño, la alegría y el gozo por una estación de penitencia feliz y la pena más pequeña pero importante por haber acabado.

Fotos: Javier Navarro

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