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Tres cuartos de siglo de silencio blanco

La archicofradía cumple 75 años desde la fusión en 1939 entre la Hermandad de la Vera-Cruz y la de la Oración en el Huerto y regaló a Huelva con su silencio blanco una procesión señorial que anunció con varios detalles lo que será un 2015 glorioso con la coronación canónica de Nuestra Madre y Señora de los Dolores y los 500 años de la Purísima Concepción.

Tres cuartos de siglo de silencio blanco

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Bajo un límpido cielo azulado, donde destacaba estrellado un brillante sol que desprendía un intenso calor, la iglesia de la Purísima Concepción se vestía de claridad y abría sus puertas para la salida procesional de la Hermandad de la Oración en el Huerto, que pese a sus ancestrales orígenes cumple este año tres cuartos de siglo de existencia tal y como la conocemos hoy, una archicofradía resultante de la fusión de la cofradía de la Vera-Cruz (s. XVI) y la de la Oración en el Huerto (1922).

Tres cuartos de siglo de silencio blanco

A las 19.30 horas se abría la puerta lateral del templo concepcionista en la calle Méndez Núñez y tras la cruz de guía comenzaron a desplegarse los primeros tramos de nazarenos blancos, tan característicos de esta hermandad, para conquistar calle abajo esta céntrica vía de la capital y girar hacia Mora Claros, donde había un destacado número de fieles. Después, poco a poco fue salvando el dintel el imponente paso de misterio del Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto con el frondoso olivo meneándose hasta mostrarse completo al aire libre. 

La Banda Virgen de la Salud desplegó su fuerza con ‘Silencio blanco’ para acompañar el grandioso paso de misterio de la cofradía, con el Señor orante, arrodillado sobre claveles rojos entre otras flores de su variado exorno, con las palmas de las manos extendidas y la mirada perdida en el transcurso de su comunicación divina en el preludio de la Pasión en Getsemaní, el huerto de los Olivos, donde sus discípulos duermen ajenos a todo. Ante él el ángel confortador, que en esta estación de penitencial portó el que regaló el camarero de honor de este sagrado titular, Juan Toscano, ya fallecido.

La multitud se quedó muda contemplando las maniobras de un paso imponente tanto por sus dimensiones y presencia como por su forma de moverse, que le convierten en una referencia más allá de la capital onubense. A su espalda avanzaban varios nazarenos de promesas con cruces al hombro antes de que se vislumbrara la llegada del majestuoso paso de Nuestra Madre y Señora de los Dolores, que no pudo el manto característico de hojillas de plata que está en proceso de restauración por parte del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) y lució uno liso color granate. 

Aún así, pese a faltar esta soberbia pieza de arte cofrade esta gran dolorosa de la Semana Mayor Onubense mostró toda su belleza acompañada por la Banda Municipal de Mairena del Alcor, adornada con las rosas en su color en los característicos bouquets cónicos y con toda la expresión en su rostro afligido. 

Tres cuartos de siglo de silencio blanco

Con motivo del Cincuentenario del Patronazgo de Huelva de la Virgen de la Cinta, este año la pieza de orfebrería que realizara el insigne Orfebre Jesús Domínguez en 1954, que reproduce a Nuestra Señora de la Cinta y que preside  el Paso de Palio de Nuestra Madre y Señora de los Dolores, portó la replica de la cinta que regaló la Hermandad de la Cinta a esta Archicofradía. Con este detalle quiso conmemorar tan importante efemérides y con otro anunciar una que será de muy honda felicidad para los hermanos de la Oración. La cera que alumbró a Nuestra Madre y Señora de los Dolores fue especial llevó  impreso en vez del escudo de la corporación, tal como venia sucediendo en los últimos años, el logo de la futura coronación canónica de la titular, que tendrá lugar en septiembre de 2015. Además la Virgen lució una nueva presea en sus sienes, la corona que se estrenó en el pasado quinario de Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto, la cual fue donada por la Familia Llanes Mojarro.

Tras descender parte de la calle Méndez Núñez y adentrarse en Mora Carlos, los sagrados titulares de la cofradía fueron ya protagonistas de un momento especial al pasar por el que fuera el palacio de la condesa que fue mecenas de la hermandad, hoy centro de día para personas mayores. Después la cofradía transitó por la parte baja de la calle Puerto para acceder por José Nogales a la carrera oficial, donde regaló a Huelva la contemplación de su porte clásico y elegante mientras la tarde se hacía noche.

La parte final del itinerario de la Oración en el Huerto transcurrió por las calles Alfonso XII, La Paz, Rábida, Murillo, Vázquez López, Gobernador Alonso, Rico, Concepción y Méndez Núñez para completar una estación de penitencia desarrollada íntegramente en el centro de la capital y que siguieron con fervor un gran número de devotos.

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