Jueves Santo > Los Judíos
Joyas devocionales en penitencia
La Hermandad de la Merced procesionó con sobria elegancia con los pasos de Nuestro Padre Jesús de las Cadenas, que por última vez se mostró con el misterio actual, el Santísimo Cristo de Jerusalén y Buen Viaje y María Santísima de los Dolores, tres joyas de alto valor histórico, artístico y devocional, que impregnaron las calles con su sabor añejo y solemne.

Historia, patrimonio y devoción en el tiempo se hacen camino cuando se echa a la calle la Hermandad de los Judíos para realizar su estación de penitencia en Jueves Santo, jornada en la que la cofradía impuso desde la santa iglesia catedral de La Merced seriedad y respeto con su solemne cortejo procesional por el centro de Huelva. Todo en esta hermandad tiene raíces profundas, pues se fundó en 1772, pero ya de un siglo antes hay referencias de sus sagrados titulares, que imprimieron una vez más su marchamo único, añejo y señorial, sobre los devotos que salieron a su encuentro.

Muchísimos fueron los que ocuparon toda la parte de la plaza de la Merced que miraba de frente a la catedral, así como el porche mercedario y las aceras, esperando el despliegue pulcro de la cofradía de los Judíos, que minutos antes de lo previsto, sobre las 19.50 horas, puso su cruz de guía en la calle, con el sol aún reinando en la tarde. Los nazarenos mercedarios fueron avanzando desde la puerta del templo a lo largo del porche para tomar Vázquez Limón en línea recta y a continuación Ginés Martín y Ciudad de Aracena hasta Puerto, Cardenal Albornoz y José Nogales antes de entrar en la carrera oficial.
El primer paso en salir fue el de Nuestro Padre Jesús de las Cadenas, cuyo titular es de autor anónimo y fechadO en la mitad del siglo XVII. Acompañado por las marchas de la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de la Sangre, avanzó este paso de misterio, exornado con claveles rojos y que muestra con crudeza cómo el Señor, encadenado y herido es ridiculizado por dos sayones que lo proclaman rey de los Judíos entre burlas. Precisamente estas imágenes secundarias procesionaron por última vez, ya que la hermandad decidió hace algún tiempo que fueran sustituidas por unas nuevas realizadas por el imaginero palmerino Martín Lagares. No obstante, estas serán conservadas.

Posteriormente se vio arropado por una gran cantidad de fieles en su recorrido el Cristo crucificado más antiguo de la Semana Santa onubense, que data del siglo XVI, el Santísimo Cristo de Jerusalén y Buen Viaje, otra imagen de gran riqueza y valor histórico, de un estilo muy diferente al resto de crucificados onubenses y que se presenta hierático, ya fallecido, con los ojos cerrados y numerosas heridas abiertas sobre un exorno floral integrado por una gran variedad de especies. Para terminar de otorgar seriedad y recogimiento a ese solemne titular, un trío de capilla fue liberando suaves melodías fúnebres para terminar de ambientar la escena.
En último lugar apareció para saciar la esperan de una gran cantidad de devotos de su barrio de La Merced María Santísima de los Dolores, de autor y año desconocido, con su exquisito palio bordado de corte antiguo y adornada con azucenas y azahar. Su primera levantá fue dedicada a Domingo, que hasta en 37 ocasiones ha sido costalero de esta Virgen. La Banda Sinfónica del Liceo Municipal de Moguer entonó la marcha 'Amargura', sonidos clásicos para caminar con elegancia y solemnidad. A las puertas de la Universidad de Huelva recibió una ofrenda floral por parte de su representantes.

En cuanto a los estrenos de Nuestra Señora de los Dolores, ésta lució un manto en damasco de seda color mostaza y la restaurada saya de la marquesa de Aracena de la Virgen de los Dolores. Otra novedad de la cofradía fueron las potencias en plata para el Señor de las Cadenas.
Poco a poco la noche cubrió la tarde y las luminarias de los tres pasos de los Judíos concedió un cariz distinto a sus sagrados titulares, muy arropados por todo el centro de Huelva. Poco antes de las 22.15 horas comenzaba a recorrer los primeros metros de la Placeta en carrera oficial el paso de Nuestro Padre Jesús de las Cadenas, que con seriedad y esmero por parte de sus costaleros, se mostró con sobria elegancia en carrera oficial.
El resto del recorrido fue Cardenal Cisneros, Alfonso XII, La Paz, Rábida, Murillo, Vázquez López, Gobernador Alonso, Hernán Cortés, Bocas, Placeta, José Nogales, Isabel II, San José, Paseo Independencia y Plaza de la Merced, por donde la cofradía de la Merced continuó dejando con sus imágenes su inconfundible sello un Jueves Santo más bien entrada la madrugada.