VIERNES SANTO > HERMANDAD DE LA FE
Fe materializada en Viaplana
Deuda saldada. Las puertas de Santa María Madre de la Iglesia se abrían, este viernes sí, puntuales, para ver partir a su hermandad, dispuesta a regar de fe las calles del centro de Huelva, en una jornada en la que el sol ha vuelto a brillar sobre el cielo de la ciudad.
Se lo debía el cielo a la Fe. Era una deuda pendiente que, por fin, ha quedado saldada este viernes,cuando la hermandad, tras años defrustración y lágrimas de rabia, podía ponerse finalmente en la calle. Se notaban las ansias en los nazarenos, cuyas sonrisas traspasaban los antifaces de raso burdeos; se palpabanlos nervios en los hermanos, deseando ya poner el pie en la calle y hacersecofradía.
Puntuales se abrieronlas puertas de Santa María Madre de la Iglesia y Viaplana estallaba enaplausos. Demasiados años habían estado sus vecinos esperando, demasiadasveces se habían quedado con las ganas, pero esta vez sí se iban a resarcir.Abrazos y apretones en el interior del templo, balcones abarrotados en el exterior.La cuadrilla empezaba a recibir las instrucciones.
Comenzaba a moverse muy poco a poco la talla salida de la gubia de León Ortega, en su cruz sobre un monte alternandomorados y rojos. El Cristo de la Feiniciaba su andar siguiendo las órdenes de Manuel Quesada. “Ésta va portodos vosotros”, le decía a sus hombres antes de iniciar la chicotá con la queel misterio se ponía en la calle. Unos últimos pasos dedicados a aquéllos quemás lo quieren y disfrutan cargándolo por las calles de Huelva, para los que eldolor y el cansancio no existe, y que fueron recibidos en los alrededores de laparroquia con una sonora ovación.
Viaplana entera se había echado a la calle para arropar a suhermandad, para escenificar ese contrapunto tan necesario en la jornada delViernes Santo onubense que traslada hasta el centro de la ciudad el aroma deuno de los grandes barrios cofrades. Comenzaba a despedirse de sus vecinos lamarea de capas burdeos rumbo a Placeta, con la Agrupación Musical Santísimo Cristo del Amor marcando el ritmo de lospasos.
Caminaba ya el misterio directo al corazón de la ciudad, lospenachos en rojo de los soldados bailando al aire, meciéndose el paso con Perdonaa tu pueblo, cuando la Madre, la que siempre va detrás, comenzaba adespertar en el interior de la parroquia. La calle pedía a gritos Caridad, yElla se disponía, con el paso firme, a satisfacer su demanda.
Candelería encendidapara iluminar su rostro, se fue la Dolorosa al cielo y, en volandas, apareciópor fin ante sus devotos. Las únicas gotas de lluvia esta vez era la quesimulaban sus lágrimas, que Viaplana quiso enjugar a base de cariño. Sonó la Marcha Real en los instrumentos de la Banda de Música Hermanos Niño de Moguer,y el palio de la Fe completó una limpia revirá e inició su marcha, tras Él.
Brillaron sus varales por Federico Molina y la AlamedaSundheim, cascabelearon sus caireles y bailó la Virgen, con sus flores blancas,de camino a su encuentro con las Hermanas de la Cruz y Nuestra Señora de laEsperanza, que por fin la han podido recibir este viernes con el que se hacompletado la Pasión más soleada de los últimos años. Porque la Fe también lomerecía.
Fotos: Javier Navarro
