Viernes Santo > Santo Entierro
El final sin fin
La Hermandad del Santo Entierro revivió con sus cortejo fúnebre la estampa añeja y enlutada de una devoción con más de 500 años a sus espaldas, mostrada con solemnidad y seriedad por los pasos de Nuestra Señora de las Angustias, Santo Entierro de Cristo y Soledad de María, acompañados por autoridades y representantes de toda la sociedad onubense. Pusieron el broche al vivo relato que la tradición hace eterno a la espera de la resurrección.

La hermandad oficial de la Semana Santa de Huelva y la másantigua de todas está llamada a poner el epílogo a unos días santos con plenode cofradías en la calle, a escribir en el Viernes Santo un final que enrealidad no tiene fin, porque tras el Santo Entierro volverá a repetirse este puntoy seguido, porque tras la muerte aguarda la eternidad de una historia quesobrevive al tiempo en su relato, porque siempre llega una nueva resurrección,el misterio más importante de todos los que pretenden mostrar e ilustrar lascofradías onubenses en la Semana Mayor.

Como en un velatorio común acuden a él todos los familiaresy conocidos y toda la Huelva cristiana y cofrade tiene con Cristo los vínculosnecesarios como para presenciar su sepelio y rendirle una despedida sentidadesde la ermita blanca de la Soledad, que a las 20.20 horas abría sus puertaspara que descendieran por la rampa los nazarenos enlutados de la cofradía, quedescendieron la rampa instalada para salvar los escalones del templo y seabrieron camino entre los fieles apostados en la calle para presenciar laúltima salida procesional que pasó por carrera oficial en 2014.
El primer paso en mostrarse a la multitud fue el de NuestraSeñora de las Angustias, la interpretación de la piedad que realizó AntonioLeón Ortega, en la que la madre de Dios mira al cielo reclamando con los brazosal cielo una explicación al dolor de la pérdida sufrida, con su hijo yafallecido ocupando su regazo, y estando ambos rodeados por flores rojas ymoradas. La Banda Municipal de Huelva, desde el interior del templo, interpretóla marcha ‘Virgen del Valle’ para acompañar los primeros movimientos del pasodirigido por Alberto Parejo, que después caminaría en silencio con la iglesiade San Pedro en el fondo y acercándose a ella por su plaza, con los balconesque dan a ella engalanados y ocupados con atención.

Posteriormente salió la parte del cortejo en la que estaban representadas la inmensa mayoría del resto de hermandades de la Semana Santa deHuelva. Caminaron los representantes de las cuatro cofradías del Domingo deRamos y del Lunes Santo, excepción hecha del Calvario, que nunca acude a esteacto, también las cuatro del Martes Santo y tres del Miércoles, salvoPrendimiento y también faltó Oración en el Huerto de la jornada del Jueves.Además hubo presencia de los responsables del Nazareno y del Resucitado, queprocesionará este domingo por su barrio.
A las órdenes de la capataz Sara Vergel la única cuadrillafemenina de la Semana Mayor Onubense transportó desde la ermita la urna delCristo Yacente, tumbado e inerte, expuesto para que le acompañaran lasoraciones de sus fieles. Su exorno floral se redujo a cuatro pequeñas jarras ensus esquinas con claveles rojos. El paso maniobró lentamente y se echó a lacalle para dirigirse también hacia San Pedro, con mucha gente esperando sullegada.

A su espalda caminaban protocolariamente autoridades delámbito civil, militar y político, con representantes de la Policía Local y laGuardia Civil, el presidente de la Audiencia Provincial, el subdelegado delGobierno, la Universidad de Huelva, varios miembros de la DiputaciónProvincial, del grupo municipal socialista y una amplia representación delequipo de gobierno del Ayuntamiento de Huelva, con el alcalde, Pedro Rodríguez,en último lugar. También había una delegación del Consejo de Hermandades, en laque estuvo el pregonero Manuel Romeu y una representación de la Hermandad de laCinta, que él preside y que celebra ese año el Cincuentenario del Patronazgo dela Alcaldesa Perpetua de la Ciudad.
El último paso en abandonar la ermita de la Soledad paraponer el broche en cuanto a salidas de la Semana Santa onubense 2014 fue elpalio enlutado de Soledad de María, con su característica sencillez ysobriedad, sabor añejo para una estampa apesadumbrada, que tuvo como contrastela luz de su caldelería encendida ya en la noche que se cernía y el tono blancode su exorno floral. ‘Soleá dame la mano’, era la primera marcha interpretadapor la Banda Municipal de Música, que abandonó poco después el templo paraseguir su estela, también tomada por el obispo de Huelva, José Vilaplana. Los sones de ‘La Madrugá’ impulsaron lospasos del paso dirigido por el capataz Manuel Hernández Corsi para alcanzar laplaza de San Pedro.
Con la noche ya como manto el cortejo fúnebre de laHermandad del Santo Entierro buscó su entrada en carrera oficial sobre las21.45 horas tras descender por el Paseo Santa Fe, calle Puerto, CardenalAlbornoz y José Nogales. En carrera oficial la cofradía se mostró solemne yrecogida, desfilando con el duelo en el ambiente. Tras el tramo oficial lacofradía regresó por las calles Cardenal Cisneros, Fernando El Católico, Palos,Plaza Quintero Báez, La Fuente, plaza San Pedro, Jesús de la Pasión y plaza dela Soledad.
Fotos: Javier Navarro