año cargado de actividades
El obispo de Huelva clausura el 75 aniversario de la Victoria en la fiesta de San Juan Evangelista
17.31 h. La Hermandad del Polvorín da por finalizado así un año cargado de momentos únicos y de recuerdos que para siempre quedarán en la memoria de toda la Huelva cofrade
En la tarde del pasado sábado 27 de diciembre, fiesta de San Juan Apóstol y Evangelista, tuvo lugar la celebración de la Solemne Misa en Honor y Gloria del titular de la Hermandad de la Victoria presidida por José Vilaplana Blasco, Obispo de Huelva, durante la cual se clausuraba a su vez la conmemoración del 75 aniversario fundacional de la corporación.
La celebración comenzó a las cinco de la tarde con un encuentro que el obispo quiso tener con los jóvenes de la corporación así como de otras hermandades de Huelva. Durante el mismo, José Vilaplana hizo una reflexión formativa a todos los asistentes sobre los caminos que tomamos hoy en día las personas, tantos jóvenes como adultos, para encontrar el camino de la verdadera felicidad, la cual “reside en Jesucristo que es camino, verdad y vida y, por tanto, en nuestras pequeñas obras diarias que nos hacen felices no solo a nosotros sino también a nuestro prójimo y no en lo material”.
A continuación, dio comienzo la celebración de la Eucaristía en la que la juventud de la Victoria tuvo un especial protagonismo en el día de su patrón, siendo ellos los encargados de realizar las lecturas y las ofrendas al Señor. Tras la comunión, el hermano mayor dirigió a todos los presentes un mensaje de acción de gracias por la celebración durante todo el presente año del 75 aniversario fundacional de la Hermandad. A su finalización, en nombre de toda la Hermandad de la Victoria, entregó al obispo un cuadro con una instantánea del momento de la Coronación Canónica de la Santísima Virgen de la Victoria en la que él aparece besándole su mano.
Antes de la despedida y la Salve a la Santísima Virgen de la Victoria, Vilaplana Blasco agradeció las muestras de afecto en un día tan especial para él y transmitió su enhorabuena por el 75 aniversario, que él mismo clausuraba. El obispo deseó que la celebración del mismo “haya ayudado a todos a crecer como cristianos y como cofrades” y, con su bendición, y pidió “que el Señor fecunde todo lo que hemos sembrado, que lo haga crecer para su gloria y para nuestro bien”, y de manera especial pidió por los jóvenes, “para que sean los nuevos evangelizadores en nuestro tiempo.”
Terminada la Santa Misa, todos los asistentes pasaron a las dependencias de la Hermandad para concluir la jornada con un acto de confraternización.
