HERMANDAD DE LA CENA

Recuerdos de Amor y Rosario al cielo

17.58 h. La estación de penitencia de la Hermandad de la Cena ha estado plagada de sentidos recuerdos para su hermano mayor honorario, Pepe Vargas, fallecido este mismo viernes. La cofradía ha derrochado pasión y buen hacer durante la salida con la que ha quedado inaugurada la Semana Santa de 2015 en Huelva.

Recuerdos de Amor y Rosario al cielo

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Huelva

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Eran las cuatro de la tarde cuando la voz de Jacinto Hitos bajo el dintel de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús callaba al barrio del Polvorín. Aguantando la respiración mientras el capataz guiaba a sus hombres, y vislumbrando ya los primeros rostros de quienes forman uno de los misterios más imponentes de la Semana Santa de Huelva, acompañando al Santísimo Cristo del Amor, cientos de onubenses se agolpaban en los alrededores de la iglesia en Presbítero Pablo Rodríguez.

Recuerdos de Amor y Rosario al cielo

La Hermandad de la Cena se echaba este domingo –esplendoroso Domingo de Ramos-  a la calle con un pellizquito en el corazón y un sinfín de recuerdos para su hermano mayor honorario, Pepe Vargas, que este año por primera vez en décadas ha faltado a la cita. Su fallecimiento, en la madrugada de este viernes, asestaba un duro golpe a todos los hermanos de la Cena pocas horas antes de su gran día, que sin embargo han querido vivir como un gran homenaje a Vargas.

Crespón negro en ambos pasos; crespón negro también en el banderín de la Agrupación Musical ‘Cristo del Amor’. Las levantás por su memoria no dejaban de sucederse en el interior del templo, y cuando los ciriales asomaban por la puerta y en el interior la cuadrilla iniciaba la maniobra para salvar el dintel, desde fuera llegaban los acordes de ‘Al hermano mayor’. Todo, desde la soberbia salida de ambos pasos hasta la solemnidad con la que el cortejo en su totalidad se ha puesto en la calle quería rendir homenaje a la memoria de una  de las figuras más destacadas en las últimas décadas en la Semana Santa onubense, pero sobre todo en la Hermandad de la Cena, que le ha dedicado su estación de penitencia de hoy.

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Una estación de penitencia que comenzaba puntual, poco antes de las cuatro de la tarde, cuando ponían rumbo a Placeta los primeros capirotes negros. Las puertas del Polvorín eran las primeras en abrirse en esta Semana Santa de 2015, y los sones de la Agrupación Musical de La Cena, los primeros en escucharse.

Avanzaban los tramos de cirios rojos ya cerca de Federico Molina cuando en el interior de la parroquia Jacinto Hitos golpeaba por primera vez el llamador de ese paso que un año después volvería a ponerse en la calle. Los costaleros con su Señor a hombros seguían los rezos de Miguel Fuentes, párroco del Sagrado Corazón, que antes de despedir a la hermandad quiso recordarles la necesidad de “tomar conciencia de nuestra misión de cristianos”.

En los alrededores –en una calle recién reformada, peatonal ahora- el público agradecía la ausencia de nubes –que no han querido nublar una jornada tan esperada- y permanecía ajeno a los rezos que llegaban del interior del templo. Toda la atención era para la comitiva que seguía avanzando, y que dejaba adivinar que el misterio del Santísimo Cristo del Amor no podía estar lejos.

Estaba ahí, a escasos metros, en el mismo lugar donde tomaba la palabra el hermano mayor de la hermandad, Juan Chaves. La última levantá antes de poner el misterio en la calle iba dedicada al encargado de conducirlo a través de la misma; a quien viene haciéndolo durante los últimos 20 años: Jacinto Hitos. “Que no quede la menor duda de que sois la mejor cuadrilla de Cristo de Huelva. Va por todos vosotros, y por todos los costaleros que han pasado por esta trabajadera, en especial por Antonio ‘el bombero’, que nos dejó este año pasado”.

Recuerdos de Amor y Rosario al cielo

Con este aliento se echó la cuadrilla a la calle, en una chicotá tensa pero impecable, mientras en los alrededores se contenía la respiración. El misterio de La Cena parecía no tener fin, y el silencio más sepulcral lo acogíaa hasta que el pasó salvó por completo el dintel, y el Polvorín lo recibió con aplausos.

El Cristo del Amor, a los sones de ‘Tu amor, mi fe’, inauguraba la jornada de Pasión e iniciaba su camino hacia la carrera oficial, hasta donde le seguiría María Santísima del Rosario. Y es que, mientras en la calle se daban las órdenes precisas para enfilar Federico Molina, en el interior del templo Fernando Melgar comenzaba también sus indicaciones, tras ceder el martillo al antiguo hermano mayor, Emilio Muñoz, que protagonizó la primera levantá.

Recuerdos de Amor y Rosario al cielo

De nuevo rezos y nervios, abrazos y recuerdos emocionados para los que no están; y de nuevo el palio comenzó a bailar. “Sois la cuadrilla de oro, cuadrilla de arte”, se le dijo a los costaleros, que quisieron agradecer estas palabras arrodillándose y salvando una salida brillante. Media hora después de que su Hijo le indicase el camino, le daba el sol en la cara a la Virgen del Rosario, la ‘Niña’ del Polvorín, recibida un año más entre aplausos.

Flores blancas contrastaban con el palio grana y oro que se puso en marcha al ritmo de ‘Estrella sublime’, interpretada por la Banda ‘Virgen de las Angustias’ de Sanlúcar la Mayor, que a continuación protagonizó el estreno de ‘Rosario de Amor’.

Con sus sones, y acompañada de toda una marea de fieles  dispuesta a vivir una jornada completa, la imagen de León Ortega emprendió su camino, rumbo al corazón de la ciudad y a una de las paradas más esperadas de esta jornada de domingo: su encuentro con las Hermanas de la Cruz, en la plaza Niña.

Reportaje gráfico: Rubén Goal

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