PROCESIÓN EN LAS COLONIAS
La Virgen de los Dolores, valiente, estrena la Semana Santa
19.18 h. (ACTUALIZADO 22.29 h.) Aunque adelantó su recogida un par de horas ante la inminente amenaza de lluvia, Huelva pudo disfrutar del tradicional pórtico de su Semana Santa, que cada Viernes de Pasión protagoniza la Virgen de los Dolores por las calles de su barrio.

Puntual sonaba el llamador en el interior de la casa hermandad de la calle Don Bosco. Las dudas habían estado muy presentes desde primera hora de la tarde, con la incertidumbre en forma de nubes cubriendo el cielo de Huelva. La amenaza de lluvia era real en la tarde de este Viernes de Dolores en la capital onubense, pero la Hermandad de la Lanzada no ha querido resistirse a sacar a su Reina a pasear por las calles de las Colonias, donde los vecinos aguardaban ansiosos.

Con un protocolo en el bolsillo por si las precipitaciones hacían acto de presencia, y toda la ilusión en el corazón, Francisco Javier Michinina, ‘Michi’, se ha puesto al frente del paso de palio para indicar a la cuadrilla cómo sacar a la Virgen de los Dolores a la calle, en la que ha aparecido minutos después de las siete de la tarde, emprendiendo su marcha a los sones de ‘Estrella sublime’.
Acompañada de un pequeño cortejo en el que, como cada Viernes de Dolores, han destacado las mantillas, la Reina de las Colonias, como conocen a la Virgen en el Barrio, emprendió su recorrido entre vivas y petaladas que le llovían desde los balcones.

Al palio, que iba acompañado además de un cortejo con autoridades municipales y de las distintas instituciones de Huelva, le puso la banda sonora la Banda Municipal de Aznalcóllar, a cuyo responsable le ha querido dedicar la cuadrilla de costaleros una de sus ‘levantás’, debido a la reciente pérdida familiar que ha sufrido.
Los buenos deseos y recuerdos estuvieron presentes durante todo el camino de Nuestra Señora de los Dolores, que ha ido adornada para la ocasión con gladiolos, claveles, rosas y calas blancas. Poco a poco la Huelva cofrade fue dirigiéndose hacia el barrio de Las Colonias, donde el palio experimentaba esos emotivos encuentros que se dan año tras año: en la plaza de los Dolores y con la tradicional intervención del coro de la Hermandad de Emigrantes.

Pese a que las ganas de la hermandad quedaban patentes en cada chicotá, las noticias que llegaban -y con las que realmente la hermandad contaba de antemano- hicieron que se confirmasen los peores temores: las precipitaciones eran inminentes, por lo que la hermandad decidía acortar su recorrido y emprender su regreso.
Un regreso que no por adelantado se vivió con menos intensidad, y que concluía minutos antes de las diez y media de la noche, cuando 'Michi' le dedicaba la última levantá, ya a las puertas de Don Bosco, a su cuadrilla, que se fue 'al cielo con Ella' una última vez. El palio azul pavo entraba de vuelta, meciendo sus caireles, en la casa hermandad algo antes de lo previsto, pero habiendo dejado clara la valentía de toda una hermandad que confía en que las puertas de su casa vuelvan a abrirse este Martes Santo.
Reportaje gráfico: Laura Díaz