SEMANA SANTA
Capirotazos: El costalero saetero
La Semana Santa es una representación coral de devoción donde cada cual tiene su función a desempeñar. Entre el cofrade de a pie que con programa de mano, radio y móvil sigue el desarrollo de las cofradías hasta el hermano mayor, máximo responsable de una hermandad, hay una serie de escalafones que redundan en el lucimiento de su estación de penitencia. Sin embargo, hay quien desafía este reparto de roles.

Y es que con sentimiento y devoción hay hermanos asistiendo a los titulares, colocando flores, nazarenos y quienes los organizan en el cortejo, capataces, costaleros, músicos, etc. Pues en la Hermandad del Cautivo este año ha salido un valiente dispuesto a ser costalero y saetero y viceversa y no es un neófito ni en el mundo del costal ni el del cante. Se trata del cantaor onubense Jeromo Segura, quien se puso bajo la trabajadera del Santísimo Cristo Cautivo, el sagrado titular que ha visto desde niño. Así le prometió rezar este año, dando su esfuerzo junto al de sus compañeros de cuadrilla. Pero es que el flamenco lo lleva también en las venas y aseguró antes de salir que en el recorrido de vuelta, cuando la cofradía ya se adentra en el Huerto Paco para volver a su barrio, daría una chicotá y después se saldría del paso para cantarle, con su vestimenta de costalero, a su Señor para compartir con su gente la privilegiada voz que tiene hecha saeta, todo un regalo y un servicio doble para su hermandad.
¿Desaparecen las papeleras en Semana Santa? Vale que se da por hecho que los servicios de limpieza tendrán que redoblar esfuerzos en estos días. Vale que las aglomeraciones de gente pueden dar lugar a una mayor suciedad en las calles. Lo que no vale es que, con esto de la Semana Santa, nos olvidemos de las normas básicas de civismo y nuestras calles, especialmente en los puntos que más expectación despiertan –como los alrededores de los templos desde los que se producen las salidas, o los rincones más emblemáticos-, se conviertan en vertederos. La imagen que acompaña este comentario, por ejemplo, es de los alrededores de la iglesia de San Sebastián este Domingo de Ramos, un rato después de la salida de la Hermandad de los Mutilados, y cuando la hermandad aún tenía que regresar –mejor no imaginar cómo quedó después-. ¿Tanto trabajo cuesta tirar las botellas, los papeles, o las cáscaras de pipas en la papelera más cercana? ¿Tan complicado resulta hacer acopio de la basura de uno y depositarla en el lugar adecuado? ¿Es que desaparecen las papeleras en Semana Santa? Los servicios municipales de limpieza cuentan con que estos días tienen trabajo extra, claro, pero es simplemente cuestión de civismo. Para que esta imagen no se vuelva habitual en los próximos días.

Salidas procesionales con instrucciones. E igual de cara al año que viene, y para evitar las situaciones que relatábamos en el ‘capirotazo’ anterior, se puede copiar la idea de este año de Tres Caídas, que a la hora de difundir normas y consejos de cara a su salida procesional ha optado por hacer uso de gráficos con los que deja claro, por ejemplo, qué calzado no está permitido para quienes realizan estación de penitencia, o qué clase de complementos y adornos deben evitarse. Lo cierto es que es una manera de lo más directa y sencilla para dejar claro a los hermanos nazarenos cómo se espera que vayan ataviados. Lo único que falta es comprobar su eficacia.
