Un rezo en recuerdo de las ánimas benditas por las calles de Huelva

La joven Hermandad del Carmen celebró junto a la portentosa imagen de su titular el rosario de ánimas por las calles del centro en el día de los fieles difuntos

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Un momento de la procesión Sergio Borrero
Sergio Borrero

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La devoción a la Virgen del Carmen tiene dos vertientes. Por un lado la marinera, que cada mes de julio se desborda de júbilo por toda la costa onubense. Por el otro la que cada primero de noviembre recuerda a la Virgen del Monte Carmelo como protectora y guía de las ánimas benditas del purgatorio. Dos vertientes que la Hermandad del Carmen onubense aúna, procesionando a su titular tanto en el mes de julio como cada 2 de noviembre.

Los últimos rayos de sol teñían de naranjas y rosas el nublado cielo onubense cuando las puertas de la Purísima Concepción se abrieron. Una parroquia con frenética actividad en este día, pues a la misa de difuntos se unía el tradicional besamanos a la madre del Señor, la Virgen de la Amargura, y el rosario de ánimas de la Hermandad del Carmen. Del interior del templo comenzó a salir el cortejo de hermanos que antecedía las andas procesionales de la Virgen. Tras la cruz alzada de espejitos, dos filas de hermanos carmelitas con su escapulario al pecho formaban un pasillo de luz para iluminar el caminar de la Virgen. Pasillo formado a base de hachetas, una alternativa para no prescindir de los cirios en las procesiones y cumplir con las restricciones del consistorio capitalino en cuanto a la cera.

La procesión de este 2 de noviembre se dividía en dos. Durante la primera, desde la iglesia de la Concepción a la iglesia de Santa María de la Esperanza, se fue rezando el rosario por las calles de la ciudad. Los diferentes misterios se rezaron a lo largo del itinerario, siendo acompañada la sagrada imagen entre cada uno de ellos por los sones del grupo de Ministriles de la Orquesta Barroca Colombina con un repertorio que bien nos hacía retrotraernos a siglos pasados.

Itinerario modificado

La segunda parte responde al traslado de regreso desde el citado templo de la Esperanza hasta la parroquia de la Concepción. Un traslado en el que la Virgen del Carmen contaba con los sones de la Banda de Música Nuestra Señora del Carmen de Villalba del Alcor.

Un buen número de fieles acompañó a la Virgen por las calles onubenses en un itinerario que se vio modificado a última hora a petición del Ayuntamiento de Huelva, llegando finalmente a la plaza Niña y al Convento de las Hermanas de la Cruz por la calle San Cristóbal. Las pequeñas andas del rosario sobre la que era portada la sagrada imagen aparecían decoradas con un exorno floral de claveles en tonos rosas dispuestos en un friso a lo largo de los respiraderos y varios bouquets cónicos sobre jarritas.

El rezo del Rosario culminó en la iglesia de la Esperanza, cuya cofradía fue madrina de la bendición de la Virgen del Carmen. Con las dos imágenes mariana frente a frente comenzaron a sonar los sones de la banda del Carmen de Villalba. Un repertorio clásico y solemne, ajustado a la conmemoración del día, que hicieron las delicias de quienes disfrutaron del recorrido de vuelta por las estrechas calles del casco histórico.

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