la madre ha sugerido posible lugares de búsqueda
Concluye otra jornada de búsqueda de pistas de Ruth y José en Las Quemadillas
21.50 h. Las labores de búsqueda de pistas que se han retomado este lunes sobre el paradero de Ruth y José, los dos niños desaparecidos en Córdoba hace más de ocho meses, han concluido en torno a las 21.00 horas en la finca de Las Quemadillas de la capital cordobesa, donde en este caso se emplea maquinaria pesada. Ruth Ortiz, la madre de los pequeños, ha estado presente, al igual que el padre, y ha sugerido a la Policía posibles lugares de búsqueda en la parcela.


En este nuevo rastreo, aparte de los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), participan miembros del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas de Policía, especializado en detectar zulos, entre otras materias; una máquina excavadora; técnicos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes de la Universidad de Córdoba y operarios del Ayuntamiento de Córdoba, que han entrado en la finca con varios camiones.
A todo este dispositivo se ha unido en las afueras de la finca, un amplio despliegue con unidades policiales, además de numerosos periodistas y algunas personas con pancartas con las fotos de Ruth y José.

Mientras, en el último auto, el juez relata que si lo que pretendía el encartado era causar el mayor mal posible a su esposa en despecho por la que consideraba humillante ruptura de la relación matrimonial, es evidente que la solución que menos problemas podría acarrearle era la de matar a sus dos hijos y hacerlos desaparecer; contando como contaba de un amplio margen de tiempo para organizar un pequeño habitáculo para dar cabida a lo que no eran sino dos pequeños bultos con un peso no muy superior a los 30 kilos en total.
No obstante, en dicha parcela ya se ha rastreado otras veces en numerosas ocasiones, en algunas de ellas se llegaron a tirar tabiques del interior, e igualmente se ha buscado en los alrededores de la finca. Aún así, la opción de la parcela y el habitáculo se impone al escaso margen de tiempo del que gozó Bretón en su traslado a Las Quemadillas a mediodía del 8 de octubre o en su posterior desplazamiento de allí al Parque Cruz Conde, según razona el togado en su escrito.