PROYECTO ‘HOY TOCA SER FELIZ’
780 kilómetros a pie para concienciar sobre la diabetes
20.47 h. Va con su mochila y sus dos galgas, y ha atravesado toda Andalucía andando en los últimos días. Es Miguel Ángel Palomino, un jiennense al que sólo le mueve el interés por ayudar y visibilizar “un problema que afecta al día a día de muchas personas con las que no se está cumpliendo”. Este domingo ha ‘aterrizado’ en Punta Umbría, y el lunes recalará en Isla Cristina.

Alrededor de 70 kilómetros, los que separan Sanlúcar de Barrameda de Punta Umbría –salvando en barcaza Doñana- lleva este domingo a sus espaldas Miguel Ángel Palomino, un jiennense que hoy se ha plantado en la localidad costera onubense para concienciar sobre la necesidad de que se cumpla el Plan Integral de la Diabetes. Lo viene haciendo por toda Andalucía -comenzó hace 16 días en la provincia de Almería-, y por eso su mochila cuenta unos cuantos kilómetros más: algo más de 700 desde que comenzó este reto, todavía unos 80 por delante hasta que termine, dentro de un par de días, en Vila Real de Santo Antonio.

Es el fin de vía que se ha marcado Miguel Ángel para su proyecto ‘Hoy toca ser feliz’, con el que viene recorriendo a pie por etapas toda la geografía andaluza, acompañado de sus dos galgas y con un mensaje claro: el Plan Integral de la Diabetes en Andalucía no se está cumpliendo y son muchas las personas que se ven afectadas por esta enfermedad en su día a día. “Siempre solemos prestar atención a las enfermedades raras –yo mismo lo he hecho antes-, que parecen más llamativas; pero tengo una amiga con dos niñas mellizas diabéticas y la veo día a día preocupada por ellas, por su alimentación, por cómo se las tiene que atender,… Y por eso me decidí a poner este reto en marcha, simplemente para hacer todo el ruido posible y conseguir, en la medida de mis posibilidades, que se preste atención a esta problemática”.
En su camino, este monitor de gimnasio se va reuniendo con asociaciones, responsables locales en materia de salud o colectivos afectados de una u otra manera, “para intercambiar sensaciones, analizar la situación y solicitar el cumplimiento del Plan”. Así lo ha hecho este domingo en Punta Umbría, donde ha sido recibido y ha podido compartir un rato con la Asociación Huelva Diabetes y parte el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Punta Umbría, al que ha traslado su objetivo y su inquietud ante todo lo que queda por hacer en materia de atención a las personas diabéticas.

“Es muy ilusionante. Algo cansado sí que estoy, después de más de 700 kilómetros, porque nos ha cogido de todo por el camino: lluvia, viento, ahora calor,… Pero es muy gratificante reunirte con gente, sentir que se comparten inquietudes y te escuchan, y que estás haciendo algo por mejorar un poco las cosas”, ha contado Miguel Ángel a huelva24.com.
Dos etapas por delante
Pero el proyecto llega a su fin, y tras una segunda jornada en nuestra provincia, concretamente en Isla Cristina, donde este ‘caminante altruista’ recalará este lunes, Miguel Ángel y sus galgas pondrán rumbo a Vila Real de Santo Antonio, en el Algarve portugués, donde concluirá su aventura.

Lo hará, sin duda, satisfecho y con la mochila cargada de vivencias que sumar a las que ya atesora, después de haber llevado a cabo una iniciativa similar en la provincia de Jaén el año pasado, cuando estuvo ayudando a una pequeña que padecía una enfermedad rara mediante un proyecto similar. “Recorrimos toda la provincia exponiendo su historia en los distintos ayuntamientos, que organizaron galas y actividades con las que se logró recaudar 15.000 euros que han servido para costearle un tratamiento experimental”.
En este caso, la única recaudación que se ha llevado a cabo ha sido mediante la venta de camisetas con el eslogan del proyecto y cuyo beneficio se destina íntegramente a la organización de campamentos para niños y niñas con diabetes; pero “no es ése el objetivo principal de esta iniciativa, que ha sido totalmente autofinanciada y con la que sólo busco llamar la atención sobre el problema y pedirle a quien tiene que hacerlo que se ponga las pilas”.
Y lo hace andando centenares de kilómetros por los diabéticos, aún sin serlo. Reclamando la atención que merece un problema que no le afecta directamente, pero al que ha decidido dedicar su tiempo y su esfuerzo.