LOS ABUSOS COMENZARON CUANDO LA NIÑA TENÍA OCHO AÑOS
El TSJA confirma la sentencia contra un hombre por abusar sexualmente de la hija menor de su pareja
14,55 h. El condenado accedía a la habitación de la menor en la casa en la que vivían para mirarla y 'realizarle tocamientos por debajo del edredón'.
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena dictada (marzo 2021) por la Audiencia Provincial de Huelva contra un individuo que abusó sexualmente de la hija de su pareja desde que la menor tenía ocho años, desestimando los recursos presentados por las partes.
Según se recoge en la resolución, facilitada por el TSJA, el tribunal considera que la prueba de cargo – la declaración de la víctima- ha sido “razonablemente valorada” por la Audiencia onubense como base para la convicción en torno a la culpabilidad del acusado, “no viéndose base para llegar a una conclusión contraria a la obtenida por la misma” y remarca que, como sostiene la sentencia de Huelva, la menor ha mantenido su declaración “de modo estable, coherente y sin contradicciones mínimamente relevantes, desde el detallado relato que reveló inicialmente a las psicólogas de la asociación para la defensa de la infancia y prevención del maltrato Adima hasta su declaración”
La Audiencia Provincial (Sección Primera) condenó a este hombre a cuatro años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual, con la prohibición de comunicarse por cualquier medio y aproximarse a menos de 200 metros de la menor durante cinco años. Además, se le impuso libertad vigilada por cinco años una vez cumplida la condena, y el pago pago de 6.000 euros en concepto de indemnización.
Entre 2011 y 2018, el condenado mantuvo una relación sentimental con la madre de la víctima y vivieron juntos. Desde el comienzo de la relación, mantiene la sentencia, el ya condenado realizó a la menor tocamientos en diversas partes de su cuerpo, introduciéndose en ocasiones en su habitación “para mirarla y tocarla por debajo del edredón”, hechos que se repitieron en un número indeterminado de ocasiones.
En una de estas ocasiones encontrándose el procesado y la menor en un camping situado en la playa de la Bota, “el procesado procedió a frotar su cuerpo desnudo con el cuerpo de la menor”.
Los abusos cesaron cuando la pareja tuvo un hijo en común pero el condenado retormó su actitud desde 2017 y hasta mayo de 2018, cuando volvió a practicar tal tipo de actos en el dormitorio de la menor tocándola por debajo del edredón, llegando en una ocasión a efectuarle tocamientos en los genitales metiendo la mano por debajo de su ropa interior”.
