EL DINERO DE PLÁSTICO SE IMPONE
El Covid-19 como agente impulsor de las tarjetas de débito y crédito
Una de las medidas más recomendadas durante el estado de alarma y el confinamiento fue hacer uso del pago con tarjetas, para evitar la manipulación constante de dinero y el contacto físico entre personas.

Los supermercados, las farmacias y los negocios que se mantuvieron abiertos en el confinamiento, y posteriormente los que se fueron introduciendo durante las fases de desescalada, continuaron priorizando esta forma de pago como la más preferente. Esta situación llega hasta la actualidad, cuando aún vemos muchos mensajes haciendo referencia a esta idea.
Para el mes de mayo, aún con estado de alarma y en plena fase de desescalada, Abanca había cuantificado el descenso del dinero en metálico en más de nueve puntos porcentuales en Galicia. Estos datos son trasladables al resto de España y también en cuestión de fechas.
¿Supondrá el Covid-19 el final del dinero en metálico?
La desaparición del dinero en metálico es imposible en un país como España, y en cualquier otro del mundo, por cuestiones muy variadas. Una de ellas, y que afecta especialmente a nuestro país, es que sigue habiendo mucha economía sumergida y personas que trabajan sin contrato, luego se ven obligados a manejar dinero en metálico.
Además, en muchos negocios físicos las transacciones con tarjetas de débito o crédito están limitadas a una cantidad mínima que puede ser de 10 euros, 6 euros o lo que decida el comercio en cuestión, lo que impide hacer uso de esta fórmula de pago para cantidades inferiores.
Ocurre también que hay comercios, pongamos como ejemplo una tienda de gominolas o un quiosco, en los quesus operaciones son de cifras muy bajas. Ocurre algo similar con losservicios de transporte público, en los que se está priorizando el pago con tarjeta pero muchos de sus usuarios son mayores o no disponen de estos medios para hacer los pagos.
En cualquier caso, la tendencia parece clara, el efectivo cada vez lo utilizamos menos. Ya ocurría un fenómeno creciente hacia esta tendencia antes de la llegada del coronavirus, pero con la pandemia se han acelerado estos procesos.
En los últimos meses millones de usuarios se han lanzado a Internet para buscar las mejores tarjetas de crédito, débito y monedero. Existen sitios web que son referencias en el sector como https://www.blogtarjetas.es. Un portal donde podremos comparar entre las mejores tarjetas, conocer sus comisiones, cajeros disponibles, etc.
Está todavía lejos ese escenario en el que todos los pagos e intercambio de dinero se realice con tarjeta o mediante medios telemáticos, pues también ha adquirido mucho protagonismo el pago a través del móvil mediante apps, pero no cabe duda de queel Covid-19 ha acelerado este proceso y cada vez más usuarios optan por la tarjeta de crédito o débito para hacer pagos comunes que anteriormente hacía en efectivo.
¿Qué ventajas se asocian a los pagos con tarjeta?
La pandemia ha sido el escenario perfecto para que los pagos con tarjeta crezcan hasta niveles desconocidos hasta la fecha. Para los clientes, la comodidad es el motivo principal para preferir estos pagos. Hace años, pagar con tarjeta podía suponer un engorro porque había que firmar un recibo tras realizar el pago, pero con la llegada de la tecnología del chip y el código pin se puso fin a este requisito.
Además, hoy en día podemos realizar pagos con tarjetas 'contactless' para cantidades incluso inferiores a 50 euros, si bien la mayoría de los casos que obligan a incluir el pin son 20 o 30 euros, dependiendo de cada entidad bancaria.
Y no debemos olvidar la propia seguridad que aporta al usuario no llevar dinero metálico encima. Aunque España es un país tremendamente seguro, en caso de perder dinero en metálico o ser asaltado, su recuperación es prácticamente imposible, mientras que si extraviamos la tarjeta podemos bloquearla fácilmente para asegurar los fondos.
Desde el punto de vista del estado, el pago con tarjeta es también mucho más recomendable, porque es más fiscalizable. Los pagos monetarios son más difíciles de rastrear y por ahí se cuela la economía sumergida o el fraude de impuestos.
Parece poco improbable que desaparezca por completo el dinero en efectivo, pero con el paso del tiempo, algo que ha acelerado la pandemia, su uso será cada vez menor, hasta que llegue un punto en el que pase a ser residual. No obstante, para hacer un buen uso de las tarjetas de débito y crédito resulta recomendable seleccionar aquellas que sean interesantes por sus comisiones, la red de cajeros y las ventajas que ofrecen.