confidencial
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¿Recuerdan ustedes la visita que nuestra ministra de Trabajo hizo al Rocío para encomendarse (ella y su cartera ministerial) a la Blanca Paloma? Atravesábamos por entonces lo más duro de la crisis y la sanjuanera no dudó en buscar bajo ese manto divino el auxilio y el consuelo que al parecer no encontraba en instancias más terrenales. Algo así parece haberle sucedido a la hija díscola de la Pantoja, Isabelita, que esta Navidad también se ha plantado ante la reja no sabemos si para hacer penitencia o para pedir fuerzas con las que afrontar la vida que le ha tocado vivir.