nuestro pasado en clave de humor
La Loca Historia de Huelva: El Descubrimiento de América y los Lugares Colombinos
En toda España y en el resto del Mundo (menos en América que todavía no nos la habían presentado formalmente) éramos conocidos durante el Siglo XIV y el XV por nuestra vocación marinera, sobre todo la de palermos y moguereños, donde todo el mundo estudiaba FP en la Rábida por la rama de Pesca y Marinería. En toda la costa era admirada nuestra actividad marítima, tanto la pesquera, como la mercantil y la militar, de hecho siempre se recurría a nuestra gente para embarcarlos (mejor embarcarlos que no embargarlos como hoy en día), como por ejemplo en la Guerra Peninsular ante los portugueses.
Y mira que nos caen genial, pero qué mal nos hemos llevado históricamente con los lusos por lo que se ve. Ahora empiezo a entender que en el Siglo XXI hayan hecho todo lo posible por que no vayamos para allá con su complejísimo sistema de tarjetitas, radares colgantes e implacables multas de los guardiñas o picoletiños…y mira que nos gustaba cruzar el puente para comernos una buena cataplana de marisco, o si la cosa estaba más cortita, unos muslitos calentitos de frango (frango=pollo, de donde se deduce que el Generalísimo Francisco Frango se llamaba en realidad Francisco Pollo... lástima que no le cortaran antes las alas).
Por aquí andaban esperándolo, entre otros, Martín Alonso Pinzón y sus hermanos (por favor, absteneos de cantar la dichosa cancioncita de “los hermanos Pinzones... eran unos...marineros...que se fueron con Colón...que era otro...marinero), Garci Fernández ( que tiene nombre de calle que a todo el mundo le suena pero que nadie sabe exactamente dónde está), Fray Juan Pérez (Fray, diminutivo de Fraylán, como el sobrino del Rey), o los hermanos Niño (Pedro Alonso Niño y Billy el Niño), que cada uno de ellos en su faceta encomendada resultaron claves aquel inolvidable 1492. Y no puedo ni quiero olvidarme del vigía del barco, el lepero Rodrigo de Triana, primo hermano del trianero Rodrigo de Lepe (qué lío de nombres y gentilicios), que fue el primero en avistar desde las alturas este Nuevo Continente (Europa desde ahora pasa a ser el Viejo Continente, y ya sabéis que al Viejo Continente se le llama ahora Carrefour). A Rodrigo de Triana se le recuerda sobre todo por la divertida anécdota que inmortalizó ese momento sublime: “¡Tierraaaaa a la vistaaaa! ¡Aaaaaah, qué dolor! ¿Pero quién ha sido el bruto que me ha echado arena en los ojos? ¡No veas lo que escuece! ¡Que lo de “tierra a la vista” es solo una forma de hablar, imbéciles!”.
Unos años atrás, en 1485, Colón llegó por primera vez a Palos de la Frontera en un vetusto carromato de la empresa Damas (el conocido como “el gusano”, os acordáis? Aquel que se doblaba por la mitad por la parte de las gomas negras y se mareaban todos los pasajeros), encontrando refugio y hospitalidad en el Monasterio Franciscano de la Rábida, donde entró sin ni siquiera hacer cola y pagar la entrada de lo bien que les cayó a los monjes. Fray Juan Pérez y Fray Antonio de Marchena se entusiasmaron tanto con el proyecto del marino genovés, que gritaron (con saltito y choque de pies por el aire incluido) aquella famosa frase que salía en la serie televisiva de otro inolvidable marino, Vickie el Vikingo: “¡Estoy entusiasma…do!”.
Luego hubo más viajes con más marineros nuestros de toda la provincia (Pedro Alonso Niño, Vicente Yáñez Pinzón, Bartolomé Ruiz…), aunque ya fueron otros puertos los elegidos…ahí ya en el 2º o tercer viaje que se apunten la gloria los que quieran. Esos meses constituyeron un enorme crucero por el Océano Atlántico: que si un día descubrían Brasil (que se la quedaron los portugueses en el reparto a pares y nones), que si otro día México (donde nos recibieron cantando los mejores mariachis del momento) …que si la Isla Trinidad (esta última tiene toda la pinta de llamarse así en honor a la madre del capitán del barco). También hubo marineros onubenses en la primera vuelta al Mundo en barco al mando del español Juan Sebastián (El Cano) y el portugués Magallanes (el Rubio), siempre burlando por los mares al pirata inglés Drake (el Pelirrojo). E insisto en que Juan Sebastián Elcano fue el primero en dar la vuelta al mundo y no el leoncito Willy Fog en lo alto de un globo aerostático, como sostienen firmemente Julio Verne y distintos historiadores británicos.
Para terminar, digamos que con el descubrimiento de América el 12 de Octubre de 1492 acaba oficialmente la Edad Media y, en consecuencia, se inicia la Edad Moderna. Bueno, a ver, no es algo así como que sale “un tío” con un megáfono por las calles como si fuera el tapicero diciendo “Se hace saber que desde hoy se acaba la Edad Mediaaaa y empieza la Edad Modernaaaa, así que todo el mundo a dejarse el pelo largooo y a tocar la guitarra eléctricaaa”, no, no es así de simple ni así de sopetón, son fechas aproximadas y lentas en su transición, tan lentas tan lentas que podemos decir que en muchos lugares del mundo (también dentro de la propia España) aún seguimos en la Edad Media, ¿o no?
